En tiempos de coronavirus, María Antonia Gomila ha cambiado sus funciones de líbero en el Avarca de Menorca y la selección española por las exigentes, y más necesarias que nunca, tareas de enfermera en el Hospital de Llevant en Porto Cristo (Mallorca).
Con la Liga Iberdrola suspendida, ya no ayuda en defensa cuando el rival ataca, pero se entrega a fondo en el desempeño de su profesión en un centro hospitalario que cuenta con una residencia geriátrica con capacidad para 80 ancianos y 20 usuarios en el centro del día.
«Tenemos turnos de doce horas diarias durante doce o trece días al mes; volver a la normalidad después de esta crisis sanitaria costará mucho, así que es mejor ser cautos y quedarse en casa», afirma María Antonia, 'Gomi', como se le conoce en el voleibol español.
El hospital de Llevant ha tenido y tiene pacientes contagiados de COVID-19, aunque en mucho menor número que en otras clínicas. Y eso tiene una explicación, según la deportista mallorquina, de 22 años, exjugadora del Barcelona y JS Hotels Ciutat Cide: «En Baleares el coronavirus está bastante controlado. Han habido casos en el hospital donde trabajo, pero ahora mismo no y llevamos varios días con esa dinámica. ¿Los motivos? Aquí no tenemos el servicio de transporte público de Barcelona y Madrid, tan masificados. Somos una isla con mucho menos habitantes y, además, se han suspendido los vuelos y eso impide que aumente la posibilidad de contagios», destaca.
La voleibolista internacional, elegida MVP del All Star de la Liga Iberdrola en diciembre de 2018, estudia Nutrición y en sus horas libres realiza sesiones de entrenamiento en su residencia de Manacor. Asegura que no está acostumbrada a estar en casa porque es «hiperactiva», aunque el confinamiento obligatorio y la paralización de todas las actividades deportivas no le dejan otra opción. «De golpe y de un día para otro nos dijeron que la competición se cancelaba», dice.
«Teníamos que viajar un viernes a Canarias (para jugar contra Sanaya Libby,s La Laguna), y el mismo jueves nos comunicaron que podíamos hacer las maletas y volver a casa. La verdad es que fue una pena. No pudimos despedirnos como nos hubiera gustado en el club con esa gran temporada que estábamos haciendo», añade.
El Avarca Menorca ocupa el segundo lugar en la Liga Iberdrola, detrás del líder, el MayDeco Voleibol Logroño, equipo ante el cual las menorquinas cayeron en la final de la Copa de la Reina disputada el pasado 1 de marzo en Ciutadella. «Estábamos en una línea ascendente, y en cuanto a nivel personal me sentía muy feliz de haber debutado con la selección española (ante Letonia en la fase de clasificación para el Europeo). Es mi mejor recuerdo deportivo, porque jugar con la selección española era como un sueño», señala.
María Antonia también confiesa otro «motivo de orgullo» para ella, además de su debut con España: su vecino Rafa Nadal. «Es uno de los deportistas referentes del mundo, y a nivel personal también. Siempre está aquí para ayudarnos, como lo hizo con las inundaciones en Sant Llorenç y ahora también se ha volcado con Pau Gasol para colaborar en la campaña (de la Cruz Roja) de solidaridad por los afectados por el coronavirus», finaliza.