El Alaior sigue con su caída libre tras encajar ayer ante el Montuïri en casa la quinta derrota consecutiva (2-3). El equipo de Joaquín Andújar salió dormido al terreno de juego y regaló la primera parte, lo que aprovecharon los rojiblancos para sin demasiados alardes, perforar hasta en tres ocasiones la meta defendida por Toni y adquirir una ventaja que parecía casi insalvable. La reacción tras el descanso fue tardía aunque a punto estuvo de rescatar un punto.
Un ataque y gol constante dio sus frutos con dos goles de Calero. Dani Marquès tuvo el empate en dos ocasiones aunque los de Diego Enri también pudieron sentenciar con dos contras que acabaron en el poste.
No hizo falta esperar mucho para ver el primer gol. En el minuto tres, Campins aprovechó varios rechaces para libre de marca en el segundo palo, marcar a placer e inaugurar la cuenta.
El Alaior, sin demasiados recursos en ataque, trató de reaccionar y David Mas envió un remate al larguero, poco antes de que el Montuïri pusiera tierra de por medio en el marcador. Dos goles en seis minutos parecían sentenciar el partido. En el minuto 32, Tomé cometió penalti sobre Marcos y Rojals hizo subir el segundo al marcador. En pleno desconcierto local y en una falta muy lejana, Mateu peinó el lanzamiento de Campins ante la permisividad de la defensa e hizo presagiar otro resultado de escándalo como sucediera quince días atrás ante el Constancia.
Pero el paso por los vestuarios sentó bien a los locales. El técnico local dio entrada a Dani Marquès y Thiago y el equipo ganó en profundidad y desborde. Los albinegros tiraron de casta y orgullo y encerraron a los de Diego Enri en su área. Ese dominio avasallador dio sus frutos con un gol de Calero, que remató en el segundo palo un centro de Thiago. El Alaior siguió buscando la remontada con ahínco y la expulsión por roja directa de Rojals no hizo más que alimentar aún más las esperanzas.
En esa acción, también fue expulsado Diego Enri por protestar. Poco antes, Bernat pudo sentenciar el partido en una contra muy bien llevada pero su remate se estrelló en el palo.
Más ocasiones
La suerte se alió con los locales y poco después Calero de nuevo hacía de la remontada impensable al descanso, algo más que real. Quedaban quince minutos por delante y los visitantes jugaban con uno menos.
Dani Marquès tuvo dos cabezazos que podrían haber significado el empate y la recompensa a una segunda parte en la que los locales fueron superiores, aunque Barto también pudo marcar el cuarto en otra contra que tuvo el mismo final que la anterior, la madera. El árbitro niveló el encuentro con la expulsión de Calzada por dos amarillas.
Al final no hubo recompensa y el Alaior deberá seguir luchando para amarrar cuanto antes la permanencia aunque el calendario no es benévolo. Peña Deportiva y Ferreries, ambos a domicilio, son los próximos compromisos de los albinegros.