El ViveMenorca vuelve a la carga con las ilusiones renovadas. El conjunto isleño afronta mañana en Cáceres una nueva "final" después de saborear de nuevo el triunfo y recuperar las buenas sensaciones que el grupo de Paco Olmos ha desprendido durante buena parte del campeonato.
"La victoria del último partido tiene que servirnos sobretodo para quitarnos la ansiedad que tenía el grupo después de esta racha tan negativa", afirma el técnico valenciano, consciente que todavía no se ha conseguido nada y "hay que jugar a un nivel máximo de dureza, intentar tener la máxima intensidad en casa y fuera y preparar lo mejor posible el partido respecto al rival que tengamos".
Olmos es consciente de lo que se juega el equipo en los próximos partidos y es por ello que quiere evitar cualquier tipo de relajación, sobretodo después de invertir la dinámica de malos resultados. "Por nuestra parte ya no vamos a levantar el pie del acelerador hasta el último partido que juegue esta temporada el ViveMenorca".
Después de romper la racha de seis derrotas consecutivas ahora la cuenta pendiente del equipo es volver a ganar lejos del Pavelló. "Ganar fuera de casa es muy complicado como lo está demostrando la Liga, cada vez es más difícil sumar victorias fuera de casa y es de los años donde los equipos están consiguiendo mayor porcentaje de victorias en casa", señala el preparador menorquinista.
Sobre el rival de mañana, el Cáceres 2016, Paco Olmos sabe que se van a encontrar a un equipo totalmente renovado y que les pondrá las cosas muy difíciles. "Vamos a la cancha del equipo más cambiado y revolucionado de la Liga", asegura el técnico, que subraya la mejora del equipo de Gustavo Aranzana. "Han cambiado el puesto de base con Carlos Cherry y sobretodo el juego interior. Naymick continúa pero dos jugadores como Berzins y Taggart le dan un juego interior mucho más completo. A eso hay que unirle tiradores como Francis y Dedas y un todoterreno como es Lucio Ángulo", matizó.
A pesar de los últimos resultados, dos derrotas consecutivas a domicilio, donde se está mostrando realmente fuerte el equipo extremeño es en casa, donde en los dos últimos partidos ha superado a rivales de la talla del CAI y del Breogán. "Es un equipo que con esta reestructuración para mí tiene la obligación de ir a play off. Sabemos que partido nos vamos a encontrar, lo que esperamos es dar la cara y tener el comportamiento que requiere un partido así. A partir de ahora sólo nos quedan guerras y hay que intentar salir victorioso de ellas", apunta Olmos.
La gran novedad en la expedición es Marc Fernández, baja en los últimos partidos. "Va a viajar, ha trabajado con el grupo y vamos a hacerle entrar en el equipo progresivamente". Sobre Caio Torres, Olmos afirmó que "ha hecho un esfuerzo para ponerse en forma y ahora le tenemos cerca del cien por cien. El equipo es muy competitivo, los que estén más en forma en ese momento son los que van a jugar. Para mí es un lujo poder tener un juego interior tan largo donde todo el mundo se merece jugar.
Finalmente, Olmos apostó por devolver la confianza que el club ha puesto en el cuerpo técnico y la plantilla en un momento tan delicado. "Lo hemos hecho muy mal y el club nos ha dado confianza y estabilidad y esto normalmente en los clubes importantes no suele pasar".