En los últimos cinco minutos de partido se consumó un empate que no dejó descontentos a ninguno de los dos conjuntos tal y como se produjeron las circunstancias del encuentro. El CE Mercadal, que primero acarició el triunfo con el gol de Txema, fue acusando cada vez más el cansancio y el partido en Alcúdia. El equilibrio de líneas que había mostrado en la primera mitad se rompió y el Montuïri mostró lo mejor de su juego pese a jugar con un hombre menos desde las postrimerías del primer tiempo. Su mejor estado físico se asoció a una técnica apreciable que le llevó a empatar tras una falta lateral que sacó Marcos y que Óscar peinó involuntariamente a su propia meta, luego la lesión de Lacueva -un posible tirón- aumentó la agonía de un CE Mercadal físicamente agotado que sólo esperaba ya mantener la igualada. No fue así, porque a cinco minutos del final, una falta sacada con maestría por Simón parecía dejar sentenciado el partido, pero esta claro que si algo no le falla nunca al conjunto de Yeray es el espíritu de lucha y amor propio que le ha hecho levantar situaciones casi imposibles. Y si además cuenta en sus filas con un lanzador de faltas extraordinario como Berto Vaquero, siempre hay que esperar una última genialidad como la que protagonizó en el minuto 90 con un lanzamiento que Josemi ni vio y que supuso el 2-2 definitivo. El mismo jugador estuvo a punto de conseguir el gol de la victoria en el 92´ cuando remató ligeramente alto en una excelente posición. Si llega a entrar ese balón la apoteosis hubiera sido de escándalo. Dos graves errores arbitrales marcaron este período, en el 17´ anuló un gol totalmente legal a Chupi. Martín García hizo caso a su asistente Trujillo y decreto un imposible fuera de juego porque ningún otro jugador tocó el balón. Luego se equivocó al expulsar al visitante Mateo por una falta rigores de una roja.
Yeray: "Justo y merecido"
Yeray Rodríguez no dudó en considerar el empate como positivo. "Ha sido un resultado justo y muy bueno para nosotros, creo que hemos ganado un punto teniendo en cuenta el agotamiento visible del equipo en la segunda parte, la cabeza quería, pero las piernas no daban para más entre cansancio y calor", apuntó. "Así y todo el equipo quiso ganar hasta el último momento. Los chicos tiraron de casta, orgullo y tácticamente lo intentamos siempre todo", señaló el técnico.