El Sporting Mahonés deberá esperar una semana más para confirmar su presencia en Segunda División B la próxima temporada tras la victoria en el último suspiro del Espanyol B ante el Sabadell -perdía 0-2- y la derrota en casa ante el Alcoyano -ganaba 3-1 en el minuto 64-, lo que deja a los blanquiazules con 44 puntos, seis más que el filial perico cuando restan seis puntos por disputarse.
Todo ello tras un partido en el que parecía que el equipo mahonés certificaría la permanencia tras la gran actuación de Guiem Martí -logró su primer hat trick con la camiseta blanquiazul- y que tenían controlado hasta la expulsión de Libo en el minuto 65, lo que aprovecharon los de Paco López, a los que no les valía otro resultado que no fuera la victoria, para creer en una remontada que parecía imposible y anotar tres goles en los últimos diez minutos ante la sorpresa de todos.
Y eso que las cosas empezaron muy bien para los locales como en el último partido en casa ante el Sabadell. Sólo habían transcurrido seis minutos de partido cuando una combinación por la banda derecha del ataque sportinguista acabó con el balón franco para que Libo rematara desd el punto de penalti pero fue derribado por Xavi Molina y el máximo goleador local no desaprovechó la pena máxima para poner por delante a los suyos. A partir del gol el Sporting continuó dominando -parecía que era él que se jugaba la cuarta plaza y el Alcoyano al que le valía el empate- y a los visitantes les costó entrar en el partido y tratar de cambiar el rumbo del mismo. Tan sólo a balón parado daban sensación de peligro hasta que en una jugada aislada en el minuto 41, Víctor Curto, el hombre más peligroso de los alicantinos, remató una jugada por la derecha de Luis Gil.
Con empate a un gol se llegó al descanso y tras el paso por los vestuarios parecía que el guión iba a cambiar siendo los visitantes los que iban a por el partido y los locales eseperaban su oportunidad a la contra, lo que aprovecharon a la perfección en dos zarpazos del delantero de Es Mercadal.
En el minuto 52, Ismael dibujó un pase perfecto al espacio para el desmarque de Guiem pero su remate salió fuera por poco. En la siguiente acción, seis minutos después, no perdonó. Recogió el balón de espalda en la frontal del área, se zafó de su marcador con un gran movimiento y tras encarar a Maestro le batió por segunda vez.
Eran los mejores minutos de los locales y sólo seis minutos más tarde llegó el tercero, justo después de que Maestro desviará con el pie un centro envenenado de Ismael cuando ya se colaba. Un córner que botó el granadino llegó a Libo tras varios rechaces y su centro al segundo palo lo cabeceó libre de marca Guiem, anotando su decimoséptimo gol esta temporada.
Parecía que el colectivo menorquín cerraba el partido y la victoria no se podía escapar pero un minuto después, Libo vio la roja por agresión y dejó al equipo con diez jugadores con veinticinco minutos por jugarse. El arreón de los de El Collao, tras un aviso de Víctor Curto en el 79, dio sus frutos en la recta final. Fernando Martín, de cabeza, recortó distancias en el marcador en el 81 en una acción que el meta Eloy podría haber hecho más.
Poco después Joan Esteva retiró del terreno de juego a Ismael y dio a entrada a Mario Mora, situando dos jugadores en la punta de ataque a pesar de jugar con uno menos. En el minuto 86, Diego Jiménez consiguió el empate en un balón que se le escapó a Eloy y en pleno desconcierto local, en el 88, Víctor Curto culminó la remontada con un disparo desde fuera del área. Los deportivistas celebraron la victoria por todo lo alto sobre el césped y en el vestuario al término del partido mientras los locales se retiraron atónitos tras el cruel desenlace que pospone la salvación matemática.