El técnico del Breogán de Lugo, Rubén Domínguez, que cumple su primera temporada al frente del equipo lucense, reconoce en relación a la eliminatoria de cuartos de final con el ViveMenorca que el equipo "ha finalizado la liga regular con muy buenas sensaciones a pesar de perder el último encuentro. Ha habido momentos en que nos ha costado rendir y la temporada se nos ha hecho más larga pero llegamos muy concentrados y con la máxima ilusión".
En este sentido, el entrenador vigués prevé una serie "igualada" en la que espera que el factor campo no sea decisivo de cara al resultado final. "Es una ventaja para ellos pero dependerá de lo que nosotros hagamos para que no sea determinante", destaca.
El preparador lucense por otra parte no quiere mirar más allá del primer partido, "es lo único que se puede controlar y no hemos de pensar en el segundo o tercero", y tampoco le preocupa en exceso el esfuerzo que exigirá disputar dos encuentros de este nivel en apenas 36 horas. "El cansancio será el mismo para los dos", remarca Domínguez, consciente de lo que deben hacer los suyos para intentar sumar la victoria en alguno de los dos primeros envites. "Debemos hacer muchas cosas bien durante todo el partido pero sobretodo intentar no tener altibajos y si los hay, a través de la defensa frenar el juego del Menorca y que no se vaya en el marcador", admite el ex del Rivas Futura de la Liga Femenina, que sabe que "el que más sólido esté sobre la pista, tendrá más opciones de ganar el primer partido".
Del conjunto de Paco Olmos, Domínguez recela del grupo en general y no destaca a ningún jugador en particular, aunque es de la opinión que lo más importante es el rendimiento de su equipo y como enfoque el partido de cara a sumar el triunfo. "Destacar a un jugador del Menorca no sería muy acertado, todos son de un gran nivel y tienen un protagonismo importante dentro del equipo pero soy más partidario de pensar en lo que nosotros hacemos que del rival", admite el entrenador gallego.