A un año y medio de su salida del Vive Menorca, Ricard Casas repasa con su proverbial mesura su paso por el equipo. Asegura que no conserva "sentimientos negativos" respecto al club por su salida a mitad de la temporada. Desde entonces, explica, "me he dado el gustazo de descansar", ya que no ha vuelto a entrenar a un equipo hasta que se ha hecho cargo de la selección española sub 18, con la que se encuentra en Polonia preparando el Campeonato Europeo que se jugará en del 22 de julio al 1 de agosto en Vilnius, Lituania.
Ricard Casas se siente muy a gusto en Menorca, tanto que se ha quedado a vivir aquí. "Cada uno decide dónde quedarse y yo lo tengo claro", afirma. Puede asegurarse que los buenos sentimientos son mutuos: una encuesta realizada entre los aficionados del Vive reveló que es el entrenador más apreciado de todos los que ha tenido la institución. El manresano se declara "doblemente agradecido" por el reconocimiento que ha logrado en una sociedad de la cual se siente parte.
Ha pasado casi un año y medio desde su salida del Vive. ¿Cómo la ve ahora?
Terminó una etapa, hoy en día no es fácil pasar mucho tiempo en un club. Hubo unos malos resultados y este trabajo es así, pero no tengo sentimientos negativos al respecto. Se me ha respetado antes y después de trabajar allí. No tengo ningún problema con el club.
¿Se fue dolido?
A ningún entrenador le gusta que se corte su temporada, pero no puedo enfadarme, es lo que pasó y punto. Me hubiera gustado seguir, como es obvio, y que las cosas hubiesen marchado mejor.
¿Cómo recuerda esa última temporada?
Hubo una serie de malos resultados, pero en algunos momentos de ese año jugamos el mejor baloncesto de toda mi etapa en el club.
¿Qué ha hecho desde entonces?
Llevo un tiempo sin trabajo y he aprovechado, por fin, para darme el gustazo de descansar. ¡Llevaba 21 años sin parar!
¿Echa de menos los banquillos?
Agradezco el descanso mental y físico que he tenido. Éste es un trabajo muy específico y muy particular. Por otro lado, hay poca oferta laboral. Mi situación es normal en este oficio.
¿Es muy estresante entrenar?
Es un trabajo muy exigente y provoca desgaste, pero yo me siento un privilegiado por haber tenido tantas oportunidades de dedicarme a algo que me apasiona. No hay que perder nunca de vista la fortuna que supone hacer lo que te gusta.
Al acabar su etapa en el Vive, se quedó a vivir en Menorca. ¿Qué encontró aquí?
Cada uno decide quedarse donde más le gusta, y yo lo tengo claro. Me gusta la Isla, las sensaciones que me provoca, la tranquilidad que me transmite y las relaciones que tengo. Es uno de los lugares más bonitos donde se puede estar.
Usted es el técnico más valorado de la historia de la institución. ¿Qué se siente?
Es una satisfacción personal que la gente valore mi trabajo. Hubo momentos maravillosos. Fueron dos años y medio intensos y los recuerdo con gratitud. Estoy doblemente agradecido porque me siento parte de Menorca.
¿Está siguiendo al Vive?
Sigo todo el baloncesto y, evidentemente, también al Vive. Han conseguido, con mucho esfuerzo, volver a la ACB y tendrán que hacer otro gran esfuerzo una vez allí. No será fácil, pero el trabajo y la motivación les ayudarán a conseguir sus retos.
¿Qué piensa de los fichajes que se han anunciado?
No puedo opinar sobre eso, no podría juzgar el trabajo del club. Sé lo que es hacer un equipo y moverse en dificultades, pero no puedo valorar al Vive porque soy un profesional y no cuento con todos los datos.