Por una cruel broma del destino, el acta fundacional del entonces Atlético Ciudadela ya hacía referencia a "las dificultades de todo orden, fundamentalmente económico" que provocaron su nacimiento. Corría el año 1956 y el CD Ciudadela y el CD Minerva se vieron obligados a unirse para sortear los mencionados obstáculos, dando origen al conjunto bermellón.
Parecidas estrecheces, 54 años después, han llevado a uno de los equipos históricos del fútbol menorquín a encontrarse en el medio de la nada. Tanto es así que el club ha tenido que prescindir de todos sus equipos. Quedaron en el camino las plantillas de Tercera, juvenil y fútbol sala femenino, a los que se suman el equipo de Regional y el cadete que ya se cancelaron en el ejercicio anterior. Es cierto, no obstante que el club mantiene un convenio con el Dosa Boscos por el que éste agrupa a los chicos de las divisiones inferiores. Pero en la temporada que se avecina el Atlètic será un club sin representación competitiva.