España se adjudicó ayer el torneo pre-mundial de Logroño al conseguir, ante Brasil, su segunda victoria, por 84-68 en un partido en el que los de Sergio Scariolo demostraron tener más calidad y, sobre todo, continuidad en su concentración.
Brasil evidenció en el partido que baja muchos enteros sin Splitter y Nené Hilario y, para colmo de males, reservó a Huertas tras un golpe, perdió a Varejao por una lesión que podría dejarle sin Mundial y contó con un Barbosa muy irregular.
El campeón sudamericano jugó al límite y, cuando no pudo más, se fue del encuentro -puso como excusa el arbitraje- y fue arrollado por un conjunto mucho más regular. Aunque tiene muchos detalles que pulir, Scariolo puede estar satisfecho tras la demostración de sus titulares -Marc y Rudy siguen sin jugar-, que decantaron el choque ya en los diez primeros minutos.
Sus sustitutos quizás no estuvieron a esa altura, pero con actitud defensiva mantuvieron a distancia a los brasileños y contribuyeron a un triunfo más en la fase de preparación. Los últimos minutos fueron un paseo para España, que amplió su ventaja hasta rozar los veinte puntos.