La cantera del Sporting llamó ayer con fuerza a la puerta del Ayuntamiento de Maó. Unas 200 personas relacionadas con el club se manifestaron ante el consistorio para pedir que se construyan unas infraestructuras adecuadas para las categorías inferiores del club. Mientras tanto, una delegación de los padres de los jugadores de las categorías inferiores se reunía con el gobierno municipal.
Hace unas semanas, la directiva del Sporting decidió retirar al equipo senior femenino de la Liga Autonómica y a sus equipos inferiores, es decir, juveniles, cadetes y alevines "tras dos años de reiteradas maniobras dilatorias por parte del Ayuntamiento de Mahón para el inicio de las obras del Nuevo Bintaufa, de un proyecto que empezó hace cinco", según un comunicado publicado entonces.
Numerosos jugadores ataviados con camisetas azules del club, padres y madres y también entrenadores de las categorías inferiores ocupaban la escalinata que da acceso al edificio consistorial y parte de la plaza de la Constitución, expectantes ante lo que ocurría dentro.
Mari Paz Ferrer, la madre de Jaime, un chaval que jugaba en el equipo de infantiles, declaró que "es una pena que los niños no puedan jugar por motivos políticos". Sin embargo, consideraba que "no hay que buscar culpables, sino soluciones".
"Hace muchos años que nos prometen nuevas instalaciones y no hacen nada", se quejaba Toni Salmerón, padre de un jugador benjamín, "y siempre hay algún pero. En vez de facilitar que los jóvenes disfruten del deporte, se lo ponen más difícil", concluyó.
Dani Tudurí, un entrenador de categoría benjamín, explicaba que "el Sporting necesita un campo porque estamos todos desperdigados: unos en el polideportivo de Malbúger, otros tienen que ir a jugar a Es Migjorn...". Por si fuera poco, Nando Orfila, socio y padre de un niño del equipo de primer año de fútbol 5, añadía que "cada año hay más niños, pero las instalaciones no crecen".
"Están esperando a las elecciones" se comentaba a la puerta del edificio consistorial. "Ahora nos piden que esperemos cuatro meses, pero cuando se cumplan nos dirán que esperemos cuatro más", se oía mientras llegaban a la calle los rumores sobre las palabras del alcalde, Vicenç Tur.
"El ayuntamiento siempre dice 'sí', pero luego no cumple. A veces un buen 'no' es mejor que dar largas", valoraba Orfila.
Comunicado
Una vez acabada la reunión, el Ayuntamiento hizo público un comunicado en el que "reitera su total y firme compromiso con la construcción de un nuevo campo", obra que se compromete a realizar "entre finales de este año y principios del próximo". La corporación alegaba como causante del retraso la ley que prohíbe el endeudamiento de los ayuntamientos a partir de 2011.
Sin embargo, la alcaldía condicionó la realización de dicha obra a que "el Sporting mantenga su apuesta por la formación de jóvenes futbolistas". Es decir, rechaza el órdago de Paco Segarra, presidente del Sporting Mahonés, de retirar a sus equipos inferiores si no se construyen los nuevos equipamientos.
Habrá que esperar para ver qué responde el dirigente del club ante este pulso que le planteó ayer el Ayuntamiento. La corporación municipal comunicó que "lamenta profundamente la actitud (...) de la directiva, que no ha sabido entender las dificultades" que presentaba el proyecto. No obstante, hizo pública su voluntad de "mantener el diálogo y la buena sintonía" con el Sporting Mahonés.