¿Recuerdan a Alfonso Piqué? Intentó dar la vuelta a Menorca corriendo, siguiendo el Camí de Cavalls. ¿Recuerdan que se quedó a 30 kilómetros de la meta, tras 33 horas sin parar? Soportó frío, lluvia, oscuridad, y sólo paró para comer y beber agua. Fue un fin de semana de noviembre, el año pasado. No pudo acabar. Pero hizo una promesa. No sonó a amenaza porque Alfonso, que es pintor y tiene 23 años, es un trozo de pan. Pero sonó a desafío contra el destino: "tranquilo, hoy no he podido, pero volveré".
Y volverá. Tiene pensada la fecha. "El 6 y 7 de abril, a las 6 de la mañana, lo intentaré otra vez, pero al revés. En vez de ir dirección Cap d'Artrutx, iré por Punta Nati". Buscará recaudar mucho dinero, porque "como la otra vez, será para la Associació contra l'Esclerosi Múltiple Illa de Menorca".
Pero antes de eso, se impone otro reto. Se está entrenando "cada día", dice. ¿Qué reto es? "Voy a correr sobre una cinta de gimnasio durante 24 horas. Estoy seguro. No me cansaré". Y lo dice así, tal cual. "Espero que vengan a animarme al Gimnasio Sport-Bike de Cala'n Blanes el día 24 de este mes. Y si quieren hacer una aportación, mejor, porque también será para la AEMIM".
Ante la incredulidad de quien pregunta, Alfonso responde siempre como si nada, como si todo estuviera estudiado, como si fuera un reto calculado y totalmente posible. "Hombre, claro que será difícil, pero estaré asistido por los chicos del gimnasio. Me darán bebidas isotónicas, barritas energéticas... Controlarán que todo vaya bien... Todo saldrá bien". Así, como explicarlo.
"A las nueve de la mañana empezaré a correr. Hasta las 21 horas del día siguiente. Si puedo, un poco más. A un ritmo sostenido. Sé que habrá momentos duros, pero también sé que es una cosa más mental que física", insiste. Su madre, Margarita, lo reafirmó antes. "De vegades, prou que em fa patir". Lo dice y se le escapa un hilo de risa. Pero sabe que su hijo Alfonso, tan tozudo, tiene grande el corazón.