Cuarenta autos participarán el primer fin de semana de junio en la subida a Monte Toro, segunda prueba del Campeonato de Balears de Montaña, de automovilismo, que por primera vez va a disputarse en Menorca en medio de una enorme expectación.
Agustín Arbex, presidente del Karting Rock, organizador de esta carrera, mostró ayer su enorme satisfacción por el eco que tiene la celebración de esta prueba inédita en la Isla después de haber obtenido el consenso necesario entre instituciones y Obispado.
Una pantalla gigante instalada en lo alto de la cima menorquina permitirá seguir la subida de las máquinas que realizarán tres ascensos de entrenamiento el sábado 2 de junio, entre las 11 y las 13 horas, y otros tres el domingo, de 12 a 14 horas, ya oficiales para la competición. La clasificación final se establecerá con la suma de los tiempos de las dos últimas subidas del domingo.
La organización ha dispuesto 37 puntos de control para cuidar que no se produzca el más mínimo percance y garantizar la seguridad tanto del numeroso público que acudirá al evento, como de los propios pilotos. Entre ellos figurará el menorquín, Kike Perelló, conduciendo su Mitsubishi Evo.
La carretera se cerrará al tráfico una hora antes del inicio de la primera subida, tanto el sábado como el domingo. Los aficionados podrán seguir la carrera en los distintos puntos que se habiliten a lo largo del recorrido, o bien en la misma línea de salida ubicada justo al inicio de la carretera que da acceso al Toro en Es Mercadal.
A beneficio de ASPANOB
El Club Karting Rock facilitará la colocación de una mesa de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Baleares (ASPANOB) para que todos los aficionados que acudan a la carrera puedan depositar cualquier donativo, por pequeño que éste sea.
Arbex recuerda que ya ha colaborado en otras ocasiones con ASPANOB sorteando una gorra firmada por Fernando Alonso y una prenda Ferrari de Michael Schumaher.
La misa, una hora antes
La misa que se celebra todos los domingos en el Santuario de Monte Toro, se adelantará a las 10 de la mañana, una hora antes de la habitual para facilitar, de esta forma, el desarrollo de la prueba y la asistencia al culto.