El crack ya está en casa. Tras su gesta olímpica, con una plata que sabe a oro porque delante estaban los mejores, y con la particular historia del deporte menorquín de su lado, Sergio Llull fue recibido en el aeropuerto de Maó por familiares y amigos con evidentes muestras de alegría y satisfacción.
El jugador, con alguna muestra del cansancio acumulado durante una durísima pero exitosa temporada -además de la plata olímpica se hizo con la Copa del Rey de la pasada temporada ante el Barça en el mismísimo Palau Sant Jordi, donde fue escogido MVP de la final- pasará unos diez días en la isla, concretamente en la residencia familiar en Es Castell, para desconectar de todo el ajetreo del año.
A pesar de ello, es posible que su actual equipo, el Real Madrid, encuentre algún momento para plantearle algo que en la prensa madrileña ya se ha insinuado: ante la percepción más o menos evidente de que los Houston Rockets -franquicia de la NBA que obtuvo sus derechos tras negociar con los Denver Nuggets en el Draft del 2009- decida requerir sus servicios para la próxima temporada, el club blanco está moviendo hilos y busca ampliar el contrato con el menorquín para retenerlo o, al menos, obligar al club tejano a abonar un traspaso.
En su momento, Llull renovó por el Madrid hasta el 2014. Su progresión ha ido a más en cada partido y la intención de los responsables madridistas es la de que aumente su vinculación con los blancos dos años más, lo que significa una cláusula de salida más alta y, por supuesto, también una ficha más alta.
Ni que decir tiene que el revuelo causado en la terminal aérea fue de los importantes. Al habitual ajetreo de estos días veraniegos se le unió la 'fiesta' que le montaron su familia y amigos. Abrazos, besos, risas... y muchísimas fotos.
Sergio no se separó en ningún momento de su medalla. Más de uno se dio cuenta de que es de una plata auténtica, maciza. Como es este chaval que no ocultó en ningún momento una sonrisa para nadie. El crack ya está en casa y podrá disfrutar de la isla y de los suyos... Y quizá le quede tiempo para soñar con todo lo bueno que todavía le espera. Felicidades campeón.