La derrota del Valeriano Allés del sábado fue la más dura de la temporada. Más allá de perder contra el colista y dilapidar prácticamente las opciones de clasificarse para el play off por la disputa del título, en el club y especialmente en su técnico, ha sentado fatal la mala imagen que dieron las jugadoras, teniendo en cuenta que venían de firmar el mejor partido del curso a penas siete días antes. "¡Cómo vamos a ir a los play off tras el ridículo ofrecido frente el Aguere!", estalló el entrenador bermellón Bep Llorens.
Nadie se salvó de la quema pública que hizo el ciutadellenc, que incluso apuntó hacia la directiva, de la que dijo que "se ha querido marcar un objetivo -en referencia a la fase final por el título- pero no estamos capacitados para estar ahí". Ayer, en el regreso a la faena, los ánimos seguían muy tocados entre la plantilla bermellona.
Dos jugadoras de peso en el sexteto inicial del primer equipo del CV Ciutadella, Sheila D'Amaro e Irene Cano, admitieron el 'mea culpa', asumiendo que ninguna de las jugadoras estuvo a la altura. "Para mí es una decepción y un fracaso, teníamos equipo para estar en el play off", asegura la brasileña, que añade "las principales culpables somos las jugadoras porque Bep nos lo ha dado todo".
Al Valeriano Allés, que ha cumplido con creces los objetivos mínimos fijados a principio de la temporada de entrar en la Copa y lograr la permanencia, prácticamente huérfano de objetivos a falta de cuatro jornadas, le quedará pelear por cerrar este año de transición de la forma más digna posible. Tras dos temporadas consecutivas alzándose con el título, el Valeriano Allés deberá centrarse en dar la mejor imagen posible en los cuatro partidos que le restan, dos en casa y dos a domicilio.
El sábado la plantilla bermellona tendrá la primera ocasión de redimirse. Visita Ciutadella el Gran Canaria. "Por orgullo hay que acabar de la forma más digna", opina Cano. Coinciden todos.