Bueno chicos se acabó lo que se daba, el Atlético no pudo lograr el pleno al quince y cayó derrotado por 0 a 1 en el último partido de liga jugado en el Calderón frente a la Real Sociedad.
Está primera derrota como local venía precedida por una buena noticia para la afición rojiblanca, la renovación del Cholo Simeone, ojalá le den continuidad y le dejen trabajar tranquilo cuando los resultados no acompañen, los Gil se convirtieron en tiempos en una maquina de triturar entrenadores y la paciencia en los banquillos brillaba por su ausencia en la rivera del Manzanares, repito, ojalá con el Cholo se rompa esa tendencia y se convierta en el Ferguson de los colchoneros.
El eterno rival por su parte venció en Vigo y sigue en su línea ascendente después de vencer los dos clásicos y de pasar de ronda en la Liga de Campeones, la pesadilla de mirar hacia arriba en la clasificación y ver al Atlético delante terminó para ellos, recordemos que los merengues llegaron a estar a siete puntos de diferencia de los rojiblancos.
Pero por favor que ningún atlético caiga ahora en la depresión tras este aterrizaje que por otra parte estaba pronosticado por todos, por presupuesto y calidad de plantilla es normal que el Real Madrid y el Barcelona se repartan el primer y segundo puesto de nuestra bicéfala Liga.
Los colchoneros conservamos una diferencia de trece puntos sobre el Málaga y la Real Sociedad, y si no perdemos el pulso en la Liga el objetivo de clasificarnos para la Liga de Campeones está al alcance de la mano.
Además no debemos olvidar que en Mayo jugamos la final de la Copa del Rey contra el propio Real Madrid. Sí ya sé que jugamos en el Bernabéu, que la historia más reciente dice que nos ganarán y además fácilmente, que las casas de apuestas pagarán un potosí por la victoria atlética porque nuestra opciones de vencer a los blancos en su casa son mínimas, que muchos culés nos mirarán con ojos de esperanza antes del partido y si perdemos con una mirada lastimera de " ya lo sabía", pero que quieren que les diga, queridos lectores, hasta que el árbitro no pite el final del partido seguiremos soñando con ganar un título y hacerlo frente al eterno rival y en su casa, pedazo de sueño lo reconozco.
Y teniendo en cuenta como está el patio a todos los niveles me niego a dejar de soñar, a veces un buen sueño es el mejor camino para huir de las pesadillas.