El fútbol retornó al Municipal Mahonés. Casi veinte meses después del último precedente en el contexto de la Segunda División B, el emblemático recinto recoge una nueva entrega del deporte rey. Lejos quedan aquellos coletazos en la categoría de bronce de traumático final en febrero de 2012 y mucho más aún la pomposa fecha inaugural con el Europa como rival, sucedida en el albor de septiembre de 1978 en el marco de la extinta Tercera Nacional. Fueron varios los pasajes evocadores a ambas citas aludidos por algunos de los presentes en la jornada de ayer. También a los tres decenios que temporalmente separan una de otra, en suma, la trayectoria histórica del finado Sporting Mahonés.
«Echaba en falta el venir aquí», comentaba un fiel socio de la causa sportinguista mientras arrancaba el duelo entre el 'heredero' y el Ferreries, contemplado por un centenar de aficionados. Y es que la masa social del 'nuevo' Sporting, reducida ahora a unos 70 socios, sigue teniendo claro que, aún con la ligera modificación del nombre y la inversión de los colores en la indumentaria, «esto sigue siendo el Sporting».
«Hemos dejado atrás el tránsito más duro y complicado, dudé mucho de si este momento llegaría, pero aquí estamos», apuntó por su parte José Luis Fernández, expresidente en los 90' y actual directivo, en alusión al partido ante el 'Ferre', al regreso de un Sporting a la competición oficial. Es esa otra de las emociones que anidan en el seno de la familia blanquiazul. Burlada con la refundación la sangrante deuda derivada de la caótica gestión durante el bienio 2010-12, el Sporting aparca arrogancia y esa eterna autoimpuesta vitola de representante único del fútbol mahonés para ataviarse de una humildad impropia en función de la sustancia e intención que gestaron su creación.
Es el camino. Modestia, recogimiento, igualmente respeto máximo a Unión y Menorca dado el igual escenario que todos comparten. Y como botón de muestra, Fernando Osuna, tan señor como presidente, haciendo las veces de taquillero, entregando carnets de socio... lo que sea por la causa. Magí, Capó, Pedro Lozano, Verd, Gabi Allès, Nando Orfila, José Bonet... poco importa el cambio de linaje. Ellos son el Sporting. El Municipal en su existencia solo acogió partidos de Regional hace más de una década, con el Menorca de 'prestado' unos meses. Su habitual inquilino nunca conoció un estadio competitivo inferior a la Tercera. La nueva situación es más digerible desde la humildad, insobornable precepto del 'nuevo' Sporting. Y es que todo llega en esta vida. Como la reencarnación. O como el retorno del fútbol al Municipal.