Antoni Fedelich Fedelich (Ciutadella, 28 años) combina desde hace años en Barcelona sus dos pasiones: la veterinaria, en la que ya está de prácticas una vez finalizada la carrera, y el rugby, deporte que practica desde los 19 años cuando quiso probar en el equipo de su facultad, de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Luego siguieron tres temporadas más en el equipo de rugby de Parets del Vallès. Y el ciutadellenc, que ha llegado a debutar con la Selecció Catalana universitaria y con la Absoluta de rugby 13, sumará ahora su sexta temporada en el club decano catalán, el Barcelona Universitari Club (BUC), donde juega en la División de Honor B. Nueve años jugando al único deporte que ha practicado en su vida: «De pequeño quise jugar a fútbol pero no podía porque vivíamos en el campo».
Llevan dos derrotas
El Barcelona Universitari de Toni Fedelich no ha logrado empezar muy bien esta nueva temporada 2013-14, curso en el que un año más su único y gran objetivo será la salvación. Los de Fedelich han debutado con dos derrotas ante el Sant Cugat y ante el potente La Villa, equipo descendido de la División de Honor A. «Sí, de momento hemos perdido los dos encuentros celebrados. Y este fin de semana tenemos un partido muy importante -decisivo diría yo incluso- ante el Tecnidex Valencia en tierras valencianas», explica a «Es Diari».
Fedelich ha pasado recientemente unos días de vacaciones en su Ciutadella natal tras haber logrado, un año más, salvar al equipo de la segunda división española. «Ha sido muy duro; quedamos penúltimos pero al final una reestructuración de la Federación Española nos lleva a seguir en División de Honor B y poder luchar de nuevo por conseguir la permanencia en el campo», suspira.
El Barcelona Universitari Club ha jugado en la conferencia norte con las comunidades de Catalunya, País Vasco, Asturias y Galicia, y este año jugará en la franja mediterránea, «mucho más dura al estar los mejores de Catalunya como Sant Cugat u Hospitalet, junto a dos valencianos descendidos de División de Honor, La Vila y Les Abelles», piensa en voz alta el menorquín. Fedelich está más convencido que nunca de seguir en el Barcelona Universitari Club, un equipo amateur entre profesionales: «Ahora hay muy buen rollo. Cuando llegué cobrábamos por victoria, hasta que llegó la crisis y decidimos no cobrar por salvar la escuela y las categorías inferiores, lo que hizo que nos quedáramos los que sentíamos los colores del club. El buen ambiente en el vestuario es nuestra arma secreta».
Y como cada temporada, el único objetivo en ésta será «salvar la categoría como sea porque este año volverá a ser sumamente complicado». Toni Fedelich juega de 'flanker', número 6, «o sea, que mi misión es correr, placar y robar balones. Destruir siempre el juego del conjunto rival, hacer lento su ataque, como un perro de presa. Todo mediante placajes. Y este año me han probado saltando en la 'touch'», explica. Fedelich entrena tres días con el BUC en Montjuic, y a parte se prepara físicamente en solitario. «Al empezar a jugar me daba mucho respeto pero la filosofía del rugby engancha. Ahora es una distracción para mí; hago amigos, saco la adrenalina y veo mundo», sonríe, a la vez que se congratula de que «al fin Ciutadella tenga rugby gracias a los Tigres. Ya era hora».
El rugby 13 o rugby 'league', como dice el nombre, es una variante del rugby que se juega trece contra trece, donde se anulan las fases estáticas y se juega mucho más vistoso. Según Fedelich, «hay mucho más contacto, y menos táctica. Es muy diferente al 15 y sí, es más duro». En Catalunya, por contagio con el sur de Francia, se intentó, sin éxito, implantar la liga catalana de rugby 13.