La afición en Menorca por el Snooker es reconocida por lo reducida. Un juego de billar, muy británico, que reclama alta metodología y precisión, de cierto impacto en la colonia inglesa establecida en la Isla pero de poca actividad dentro de la población autóctona. Una coyuntura que convierte en más paradójica si cabe la trayectoria de nuestro protagonista, Guillermo García (Valencia, 1976), erigido en el último trienio en uno de los referentes de la materia en nuestro país. También fuera de él.
Y no por su nivel de juego (que no rebasa el calibre de aficionado como él mismo admite, si bien su progresión es permanente), sino por la red de interacción e interactuación que ha vertebrado por medio de la redes sociales, y que le ha convertido en un elemento de consulta imprescindible para algunos de los críticos y jugadores más reputados del escenario internacional. «Empecé a ver snooker casualmente en 2004, pero no le presté atención hasta 2007, y a partir del año siguiente ya no me perdí ni un solo partido. Es más, sino puedo verlos, los grabo para después poderlos analizar. A finales de 2012 creo mi cuenta de twitter dedicada al snooker -seguida actualmente por más de mil personas-, en un principio para interactuar con aficionados, jugadores profesionales y bloggeros», detalla García, residente en la Isla desde hace casi tres decenios, y que desde hace pocas semanas colabora también en el blog Snooker.com junto con Arturo Pérez, comentarista de Eurosport en España, además de crear su sitio de facebook y pertenecer al grupo de fans 'El Cohete Ronnie O'Sullivan', en el que informa de la actualidad y responde dudas a los aficionados, cuya cifra merodea los 700 miembros.
Stuart Bingham (número 8 del mundo), Shaun Murphy (11), Joe Perry (13) o Robert Miskins (15), entre otros, son algunos de los 'tops' con los que García intercambia opinión y parecer. «Es uno de los aspectos más llamativos del snooker. La caballerosidad y cercanía que muestran los mejores, de hecho, hay pocos deportes en los que puedas conversar con los más grandes con total naturalidad», abunda García.
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