Los Island Games no son los Juegos Olímpicos, es evidente. Pero la importancia de un evento depende de la intensidad con que se vive. El desafío bienal entre islas supone para muchos deportistas menorquines el reto más especial de su vida deportiva. Es el caso del mahonés Borja Goñalons quien halló en el proyecto IGA Menoca una motivación para seguir entrenando día a día.
Cada dos años, Goñalons aparca su trabajo en mantenimiento de piscinas y se enfunda el traje de superhéroe. Y no lo hace del todo mal. En tres participaciones, Aland 2009, Wight 2011 y Jersey 2015, su historial acumula 5 medallas: un oro y un bronce en Aland, un oro en Wight y un oro y un bronce en Jersey. Un palmarés que, ligado a su implicación al proyecto IGA, le sirvió para tener el honor de ser el abanderado menorquín en la gala de clausura de Jersey.
¿Cuál es el recuerdo más especial de sus participaciones?
— Lo más bonito de mi experiencia es que en los últimos juegos, en Jersey, logré batir un récord que llevaba más de 20 años en vigor y para el cual me había preparado específicamente.
¿Y lo más negativo?
— En los juegos de Wight, en 2011, debutamos como equipo y mi rendimiento, la verdad, fue muy malo. Habíamos quedado cuartos en la primera ronda previa, había buenas sensaciones, pero en la siguiente ronda nos eliminaron los componentes de la isla de Shetland, en Escocia. Yo tenía la obligación moral de tirar del equipo y la verdad es que lo hice muy mal. Luego detectamos que hubo un proeblema con el material, pero la sensación de frustración fue mayúscula.
¿Por qué recomendaría a la sociedad menorquina que apoyara al proyecto IGA?
— Lo haría por tres motivos. Por el factor turismo. Promocionar Menorca a nivel internacional siempre es positivo y más en el escaparate un evento deportivo multidisciplinar que atrae a gente que, a lo mejor, nunca se hubiese planteado ir a Menorca. El segundo motivo es el deportivo puro, mucha gente sin metas ni aspiraciones en sus disciplinas las encuentra ahora y además atrae a gente nueva porque participar en los IGA es un objetivo real y alcanzable. El último es el orgullo de poder defender tus colores, tu bandera y hacerlo a nivel internacional.
¿Qué significa para usted IGA?
— Por circunstancias familiares y de trabajo, ya no puedo entrenar como hace 15 años y mis metas se han desdibujado. La posibilidad de competir a nivel internacional me ha generado una nueva motivación. Entre otras cosas, es una meta por la que trabajar a diario.
¿Qué le ha aportado?
— Conocer gente y sitios que de otra manera seguramente nunca hubiese conocido. No creo que me hubiese planteado ir a Aland –Finlandia- o a Wight –Inglaterra-, ni creo que hubiese conocido a tres o cuatro personas que en realidad son rivales en la competición pero con los que mantengo contacto y hay una buena amistad gracias a las nuevas vías de comunicación.
¿Qué persona o personas le han sorprendido más en los juegos?
— Sin duda, los voluntarios. Es increíble, ayudan a IGA porque quieren. Cogen días de vacaciones en sus trabajos, se pagan casi todo de sus bolsillos y todo por el simple hecho de ayudar, de arrimar el hombro en un proyecto en el que creen. El voluntariado sustenta realmente unos juegos. Es lo que más tenemos que trabajar en Menorca si queremos albergar unos juegos.
¿Qué espera de Menorca en los juegos de Gotland 2017?
— Me gustaría que el proyecto calase más en la sociedad. Que no piense que somos un grupo de personas que se va de vacaciones pagadas de fiesta. Es un proyecto deportivo, personal y turístico muy importante y ojalá que lo apoyen.
¿Cómo se imagina la Isla de Gotland?
— A parte de muy verde, creo que será bastante eficiente ya que los nórdicos siempre son muy cuadriculados, muy eficientes y funcionan muy bien. En Jersey estuve hablando con uno de los componentes de Gotland del equipo de tiro con arco y me explicó que iban aplicar una nueva tecnología puntera que ya se utiliza en los Juegos Olímpicos y en los Campeonatos del Mundo que te permite, mediante una tableta, seguir tu puntuación durante la competición al momento.