Miquel Carreras explica en este diario las causas que han motivado su renuncia como directivo de la Sociedad Hípica Amigos del Noble Bruto (SHANB; entidad que gestiona y explota el Hipódromo Municipal de Mao), la principal, su desacuerdo con el retorno de Miquel Tudurí como comisario de carreras y las condiciones exigidas por este, y «aceptadas» por el presidente de la sociedad, Toni Catchot. Una marcha «irrevocable» y que Carreras revisa aportando su punto de vista.
«Creo que en la SHANB se han hecho mal las cosas, y es algo que viene de años atrás», inicia Carreras, que para orientar su discurso se remonta a hace un lustro, cuando en ese entonces «Tudurí ya era comisario, tuvo que dimitir y yo fui el único integrante de la directiva que le defendió», evoca el directivo cuya dimisión se consumó el domingo anterior. Posteriormente, sigue Carreras, «vimos bien que volviera, pero sabíamos que siendo como era Tudurí, su modo de actuar nos implicaría problemas».
Transcurridos varios meses, alcanzó un episodio «con un caballo mal colocado para una prueba», alude Carreras, «un caballo al que correspondía empezar cien metros atrás, le hice ver a Tudurí el error en que se incurría y él me dijo que no, 'que estaba bien'... la Federació Balear lo descubrió, y había otros cinco caballos también mal colocados... resultó que el planning que se había usado no estaba en vigor», abunda.