El saltador ciutadellenc Joan Florit se ha tomado muy en serio plantarse este verano en Noruega y clasificarse entre los mejores del circuito mundial de ‘dodsing' y para ello se ha instalado ya en la ciudad de Oslo, para competir en las pruebas mundiales y a la vez prepararse en las mejores condiciones posibles. Sin embargo, en el estreno del menorquín la semana pasada no le salieron muy bien las cosas en la prueba disputada en Tysnes, por lo que deberá reaccionar en las siguientes pruebas si quiere acceder a la fase final.
En la ciudad noruega, en la primera ronda, en la que el salto debe ser clásico, Florit finalizaba en tercera plaza. «Siempre se me ha dado muy bien la ronda de clásicos y es donde sufro menos», asegura el insular. En cambio, en segunda ronda, con el salto ‘freestyle'– de estilo libre– optó por no arriesgar pensando que la suma de puntos daría suficiente para pasar a la final, pero no fue así y cayó eliminado. «El resultado no fue nada bueno pero sí más o menos lo esperado», advierte, en una competición que se presentaba técnicamente «difícil. Saltábamos de más arriba de lo normal 12m y cola; o sea, como un cuarto y tres metros por piso, lo que suponía un handicap importante».