Rafael Nadal protagonizó uno de los momentos de la jornada del Open de Australia, y no solo por su victoria ante el argentino Federerico Delbonis que le catapulta a la tercera ronda, sino porque durante el encuentro propinó un pelotazo a una de las recogepelotas que se encontraba de pié cerca de la red.
«Me he asustado porque tenía un gran golpe. La bola venía muy fuerte porque era un resto que le tienes que sumar la velocidad del servicio. Ha sido una fenómeno porque ha estado muy entera, y la bola le ha ido directa a la cabeza», relató luego Nadal tras su victoria en la tercera ronda del Open de Australia y a pie de pista, comentando esa jugada que se produjo al responder un saque del argentino, cuando disparó su derecha.
«Le caía un poco la lagrimilla pero la niña es una fenómena. Ha aguantado el tipo de manera fantástica y es un ejemplo». dijo Nadal que dio luego un beso a la pequeña y le regaló además una cinta del pelo.
Ese beso propició luego una pregunta, por si su mujer podría tener celos de la niña.
«Después de quince años no creo que le preocupe mucho», señaló el mallorquín que también dijo que de vez en cuando intenta ir a la playa de St. Kilda e incluso jugar a los bolos con el resto de su equipo. «No es que yo sea muy bueno pero sí que soy mejor que los que están en mi banquillo, que no paran de perder dinero cada día», bromeó.