Ona Carbonell, figura y mito de la natación sincronizada española, se encuentra disconforme con la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio. El motivo es que las duras restricciones motivadas por la pandemia de coronavirus en el país del sol naciente han obligado a prohibir a las deportistas olímpicas que acudan a la esperada cita deportiva junto a sus hijos pequeños o lactantes. En el caso de Ona Carbonell su hijo Kai deberá quedarse en casa y pasar varios días sin poder estar con su madre, con todo lo que eso implica.
En un vídeo publicado en Instagram Carbonell aparece alimentando a su hijo y expresando su postura en la difícil coyuntura de ser una deportista de élite preparándose para viajar a la principal cita deportiva del calendario y la necesidad de articular esa esperada participación en los Juegos Olímpicos con la conciliación familiar.
Según se desprende de sus palabras resulta algo así como la cuadratura del círculo: conciliar y ser olímpica a la vez se antoja misión imposible.
De este modo Carbonell denuncia que las imposiciones y las obligaciones prescritas por los organizadores le obliguen a elegir entre dar el pecho a su hijo o participar en la cita olímpica.
Este testimonio ha suscitado variadas opiniones y comentarios de toda índole en las redes sociales. La nadadora catalana, de 31 años de edad, dio a luz a Kai el 5 de agosto del año pasado.