2022 que mañana inicia, sin contar con la vitola de año olímpico, reserva pese a ello un importante y atractivo ramillete de retos para nuestros deportistas más selectos. Tanto en un ámbito individual (Llull, Torres, Triay, Cardona…) como en el de prácticas colectivas (Hestia Menorca, Avarca, Sant Lluís…), el deporte insular tiene la oportunidad de continuar engordando su palmarés.
SERGIO LLULL. El mejor deportista menorquín de todos los tiempos fija para las primeras tres semanas del próximo mes de septiembre uno de sus grandes retos de 2022, en tanto que será el trecho temporal que acoja en formato multisede (Alemania, República Checa, Georgia e Italia) el Eurobasket 2021, aplazado al año que en breve empieza a causa de la covid (que arrastró la disputa de los JJOO de Tokyo 2020 a 2021, lo que por extensión motivó que la cita continental también atrase doce meses).
Previo al evento, si las negociaciones entre Consell y Federació Balear con la Federación Española finalmente cristalizan, se podrá disfrutar del combinado nacional jugando un partido preparatorio en Maó en el mes de agosto, lo que repercutiría, después del precedente ocurrido en noviembre de 1987, como la segunda oportunidad en que España (absoluta) actúa en Maó y en la Isla, con el atractivo añadido de poder disfrutar de la presencia de Llull con la elástica del equipo nacional.
En cualquier caso, es la cita europea de selecciones lo que sin duda se vislumbra como el gran desafío de Llull para 2022, puesto que el base-escolta mahonés deberá ser unos de los líderes del periodo de transición y renovación que necesariamente inicia España a raíz de la retirada de los hermanos Gasol de la selección (de lograr medalla, sería el octavo metal de Llull con España, quinto europeo).
Con antelación, otros retos, como alcanzar la Final Four de la Euroliga, fechada para finales de mayo en Berlín (del 27 al 29), para pelear por alzar su tercera corona, tratar de conquistar su séptimo título de Copa del Rey (en febrero) y de Liga ACB (lo que sería en junio), todos esos retos con el Real Madrid, club en el que además en mayo de 2022 cumplirá quince años (firmó el 10 de 2007 por el club merengue, donde se ha convertido en una de sus figuras más icónicas de todos los tiempos).
HESTIA MENORCA. El primer club de baloncesto de la Isla inicia 2022 con la ambición, en su cuarta temporada consecutiva en LEB Plata, de poder cobrar ese impulso que le permita dar el salto de calidad definitivo para ascender a LEB Oro. Tras una holgada permanencia en 2019, alcanzar la A-1 (entonces serie que agrupaba a los mejores de la liga) en 2020 y disputar la penúltima ronda de las eliminatorias por el ascenso a LEB Oro en 2021 (en cuyo preámbulo un brote de covid que infectó a casi todo el equipo mermó su potencial y facultades), y en virtud de la progresión acreditada temporada tras temporada, para 2022 se espera que el Hestia Menorca destaque como uno de los candidatos más firmes para hacerse con una de las tres plazas que conceden derecho al ascenso.
Por otro lado, junto al deseado crecimiento deportivo el Hestia Menorca gustaría de poder tener, en paralelo, un desarrollo más allá de la cancha, en el aspecto social y de impacto a nivel de la Isla, el cual ha sido evidente desde que fue alumbrado el club hace un lustro, pero que se ha visto indefectiblemente detenido a causa de la covid, cuyos efectos han frenado la proyección de una entidad que en las semanas previas a que estallara la pandemia en nuestro país, en marzo de 2020, incluso alcanzó una asistencia de 3.000 personas en Bintaufa. Otro reto sin duda, el convivir y combatir al coronavirus, y no solo en términos de evitar contagios.
AVARCA DE MENORCA. El único club de la Isla enfrascado en una primera categoría nacional (décimo sexta temporada consecutiva entre la elite del voleibol femenino español), el Avarca de Menorca, tiene para 2022 el reto de intentar volver a los playoff por el título de la Liga Iberdrola, más si cabe después del duro golpe que significó despedir 2021 sin poder certificar su presencia en la Copa de la Reina, el primer título de la temporada que se ventilará el próximo mes de febrero, y uno de los grandes objetivos del curso.
Sin embargo, la mejoría experimentada, en juego y en resultados, en el último tramo de 2021 por el equipo de Ciutadella, hace concebir fundadas esperanzas de que la mejor versión del Avarca aflorará para la segunda mitad de la campaña 2022. Si el pasado año el límite liguero fueron las semifinales, donde el Alcobendas, al igual que hiciera antes en la Copa 2021, se distinguió un rival inasequible, mejorar ese registro debe ser la meta de las chicas que entrena Bep Llorens, lo que implicaría, por añadidura, el retorno del equipo menorquín a una final por el título de liga un decenio después de su última presencia (y conquista).
CCE SANT LLUÍS. El proyecto femenino alojado en Ses Canaletes hizo historia en 2021 al convertirse en el segundo conjunto de la Isla que alcanza una liga de ámbito estatal, en virtud de su ingreso en la Primera Nacional, el tercer nivel del país. Un logro que, o bien puede recordarse como una conquista puntual (descender de nuevo al contexto balear, así lo sugeriría) o por contra, y ese es el gran anhelo, como el punto de partida de algo mayúsculo, siempre que el club lluïsser consiga conservar la plaza y sea capaz de consolidar un proyecto actualmente único en la Isla, y que vendría a garantizar la salud y futuro, a cierto nivel, del fútbol femenino en nuestra latitud.
La empresa no resultará sencilla, puesto que el Sant Lluís liquidó 2021 y la primera vuelta de competición en zona de descenso, pero tampoco se presume utópica. La marcha de Javi Zurbano, por decisión del propio entrenador navarro, para dar paso al italiano Quique Berlinghieri en el banquillo, quizá reclame todavía un cierto margen. Pero la temporada no espera y la ambición de convertir Ses Canaletes en la ‘meca' del fútbol femenino insular pasa por una pronta reacción del equipo una vez la liga se reanude, el próximo 9 de enero.
GEMMA TRIAY. La menorquina más universal del momento abriga para 2022 el desafío no de llegar, sino de mantenerse. Mejor jugadora del mundo de pádel en 2020, condición en la que abundó en 2021, si bien cambió de pareja, pasando a formar equipo con la madrileña Ale Salazar, Gemma alcanzó diez finales del circuito para ocho títulos en total, con una impresionante racha de 23 victorias consecutivas (y una hegemonía incuestionable en el primer lugar del ránking del World Padel Tour). A finales del mes de febrero arranca de modo oficial en Miami (que se estrena como sede) la temporada 2022, donde Gemma, que en junio cumplirá 30 años, una edad magnífica y que augura una madurez máxima en cuanto a juego y rendimiento, y Ale serán las rivales a batir. Un tercer año consecutivo gobernando el planeta pádel obligaría a tomar conciencia y a despejar cualquier incógnita de que nos encontramos ante la mejor deportista femenina menorquina de la historia.
JOAN CARDONA. El regatista mahonés, primer y único deportista menorquín que ha conquistado una medalla olímpica en una modalidad individual, a raíz del bronce que ganó en los JJOO de Tokyo 2021 el pasado verano, afronta 2022 como el inicio del ciclo que debe concluir con su presencia en los Juegos de París 2024. Para entonces ya habrá moldeado y cincelado un nuevo físico, puesto que así lo exige su incursión en Ilca7 (antes Laser), la nueva clase en la que ya anda centrado de lleno, puesto que la Finn, disciplina con la que se hizo con la presea en Japón, ha sido desterrada del programa olímpico. El Mundial que se celebra en el mes de mayo en México será la primera prueba de auténtico valor que permitirá calibrar los pasos iniciales y la realidad de Cardona dentro de su nuevo hábitat, así como el margen que le restará acotar durante el trienio que deviene para que sus posibilidades de repetir presencia olímpica y medalla en la cita francesa por extensión resulten fundadas. El regatista menorquín, que en mayo del año que mañana empieza cumplirá 24 años, aspira a incrementar su leyenda.
ALBERT TORRES. El ciclista de Ciutadella, que en 2021 disfrutó de su segunda presencia en unos JJOO con su participación en Tokio (logrando su segundo diploma), y que al margen de lo deportivo cerró el año siendo padre (su primer vástago nació en Nochebuena), avista para 2022 el reto de repetir presencia en una prueba ‘grande' (lleva dos años consecutivos en el pelotón del Giro d'Italia como integrante del Movistar Team, siendo el único menorquín de la historia que lo ha corrido), entre otras motivaciones. Torres, que a finales de abril sumará 32 ‘primaveras', tiene en la Challenge Ciclista a Mallorca-Garden Hotels Luxcom, a disputar del 26 al 30 de enero próximos, con hasta nueve equipos del UCI World Tour, su primer reto de un 2022 en el que proseguirá sustanciando su condición de mejor ciclista menorquín de todos los tiempos.