«Me han pasado muy rápido estos cinco años en Estados Unidos y saber que es mi último semestre me pone triste pero a la vez estoy muy contento por esta trayectoria y por lo que viene a continuación». Primeras sensaciones a «Es Diari» del tenista de Ciutadella, Àlex Mesquida, raqueta número 2 en individual y dobles de la Lipscomb University estadounidense. En apenas unos meses el menorquín finalizará la liga universitaria de tenis y su Máster (MBA, Master of business administration). Un tramo final del sueño americano para el menos de la saga Mesquida que empezó la semana anterior con muy buen pie, venciendo en su estreno.
A pesar de fuertes molestias en la espalda por una pequeña recaída de su lesión crónica que padece en las vértebras L4 y L5, Mesquida estará listo de nuevo este domingo para el segundo combate en su particular ‘last dance', sus últimos coletazos en el tenis universitario en USA. La Lipscomb University vive esta semana contra la Belmont University, «siendo como un ‘derbi' y nuestros grandes adversarios. Espero llegar a tiempo y poder ayudar al equipo y hacer una buena última temporada con mi universidad», señala el ciutadellenc, desde los EEUU.
Antes de hacer las maletas y abandonar los Estados Unidos y su periplo universitario, avanza Mesquida que todavía le quedan tres retos, antes de su epílogo al otro lado del Atlántico. «Conseguir acabar la temporada sin lesiones, ganar la conferencia y lograr el anillo. Y mi último objetivo, que lo tengo desde que llegué aquí, superar a mi hermano Òscar en el ranking nacional. Él estuvo Top40 del país en la liga universitaria», lanzaba este jueves, ambicioso y entre risas.
Título de ‘All-American' en 2019
En esta larga y fructífera aventura de Mesquida en USA, sin duda, uno de sus grandes logros personales fue conseguir ser ‘All-American' en 2019, «que lo logras cuando llegas a una final de los Nacionales. Después, entre la covid-19 y duras lesiones, poder volver a pista, jugar 1 o 2 de mi universidad y acabar la temporada 2022 con el mejor historial de todo el equipo– y con grandes victorias–, fue un gran logro», proseguía Àlex, echando ya la vista atrás. «Mi experiencia americana me ha dado muchas cosas positivas. Me volvieron las ganas de seguir jugando después de muchas lesiones que tuve de joven y además me ha dado una carrera universitaria y, en nada, un Máster, además de un nivel de inglés muy alto». Y sí, encima, «hice nuevas amistades, he conocido diferentes culturas y no tan solo he mejorado como jugador, también como persona».
¿Y tras EEUU? «La verdad que ahora mismo estoy con dudas, no sé si volver a casa o quedarme una temporada por aquí. Tengo ganas de volver pero creo que no he de malgastar la oportunidad que me dan de poder quedarme más y deberé decidirme. Pero espero poder seguir relacionado con el tenis evidentemente y vivir nuevas experiencias con lo que me espera en el futuro».