El éxito de Carlos Alcaraz no es solo de él. También ha influido su entorno, al que pertenece su hermano mayor, Álvaro. Este, en una entrevista para Murcia Plaza, ha relatado alguna que otra curiosidad del recién campeón de Wimbledon.
El joven de 23 años ha desvelado lo que hicieron la noche anterior a la gran final del Grand Slam de Londres: "Fue algo distinto, preferimos jugar al parchís con los miembros del equipo después de la cena. Carlos y yo íbamos juntos, jugábamos por parejas. Él normalmente va con el verde y yo con el azul, y solíamos ganar".
Y una vez ganada la gran final ante Novak Djokovic, no lo celebraron en exceso. "La verdad es que no hubo mucho tiempo para fiestas. Tras el encuentro y sabiendo que teníamos la cena de gala del torneo volvimos a la casa en la que estuvimos durante esas semanas en Londres, nos vestimos para la ocasión y nos recogieron. Pasamos un buen rato en familia y con el equipo pero sabiendo que al día siguiente Carlos tenía que atender compromisos y luego había que volar de regreso", ha desvelado.
Sin embargo, aunque no tuvieron tiempo para las celebraciones, sí que disfrutaron de una cálida bienvenida: "Estábamos muy cansados tras el vuelo desde Londres hasta el Aeropuerto de la región. Allí había personas esperándonos y también en la puerta de nuestra casa... Es gratificante ver esa respuesta en la gente".
Otra de las curiosidades que ha contado el hermano de Carlitos tiene que ver con su palmarés. "Ya van unas cuantas copas. Al principio estaban en su cuarto, pero ya las hay también en el salón pero en el nuevo hogar contará con una sala en la que se reunirán todas esas copas y también las que fueron ganando los demás miembros de la familia", ha afirmado.
Y todavía le quedan muchos trofeos por ganar, puesto que Álvaro asegura que "lo que es seguro es que él tiene el ansia de ganar los cuatro Grand Slam. El potencial tenístico lo tiene y no se va a conformar con lo hecho sino que se centra en seguir ganando".