Lleva ya unos pocos años despuntando en el mundo del ajedrez menorquín aunque este 2023 ha sido el de su consagración definitiva como gran promesa y de mucho talento en las filas de la prolífica cantera del Cercle Artístic Ciutadella (CECA). El joven ciutadellenc, Martín Krauchi, con apenas doce años, se acaba de proclamar nuevo campeón de Menorca Blitz de esta temporada y lo ha logrado después que este pasado mes de julio el precoz ajedrecista fuera medalla de bronce en el Campeonato de España Sub12. Krauchi, nacido el 2011, sucede en la Isla al histórico jugador, Santi Pons, como el más joven en alzarse con el trono menorquín de la modalidad Blitz. De hecho, el exjugador del CE Boscos y diferentes equipos catalanes, lo lograría a sus trece años.
Ahora Martín Krauchi coge el relevo de un grande del deporte insular y lo hace asombrando a propios y extraños, impartiendo talento y sabiduría, codo a codo nacional en las Illes Balears con el mallorquín, Pau Marín, campeón de España en su categoría Sub12.
Palabra de entrenador
Krauchi tenía apenas 3-4 años cuando inculcado por su madre ya empezó a mover algunas piezas del tablero. Este niño inquieto encontraba en el tablero el entorno perfecto para concentrarse y desarrollaba un talento innato para su edad. Sería a partir de los cinco años cuando sin ninguna pretensión ni ambición, el ciutadellenc se apuntaría a clases en el CECA, de la mano del director técnico, David Pons. «Recuerdo que empezó en plan amateur, sin aspiraciones de nada, más allá de ir a clases. Venía y ni tan solo estudiaba o practicaba desde su casa», recuerda el mismo entrenador de Krauchi, que empezó en un grupo de iniciación «y sí disfrutaba mucho».
Curiosamente sería cerca de sus nueve años cuando el insular del Cercle Artístic y en plena pandemia de la covid-19 cuando empezó a tomarse en serio la preparación. «Empezó a invertir muchas horas en el ajedrez, en clases y sobre todo en su casa, viéndose ya su talento y capacidad. Krauchi posee una memoria extraordinaria y con una gran capacidad de comprensión», señala, sin tapujos, Pons, de uno de sus alumnos aventajados. «Tiene una gran facilidad de recordar partidas y para estratégicamente entender el ajedrez, muy por encima de un chaval de su edad, evidentemente».
David Pons destaca sobre todo del joven ajedrecista, «que posicionalmente está muy hecho, por encima de la edad que tiene; también a nivel teórico, si bien, debe seguir trabajando tácticamente y en toma de decisiones. Queda mucho pero tiene mucha pasión, le encanta jugar y estudiar y sobre todo es muy trabajador, lo que al final marca un poco la diferencia. No se irá a dormir sin resolver una duda, por lo que aprende muy rápido». Este hecho, unido a que siempre se entrena con chavales de un nivel muy alto y quiere mejorar día a día, «hacen que logre ya puestos como este de campeón de Menorca o tercero de España», piensa en voz alta, Pons.
Muy cerca ya de los 2.000 puntos de ELO internacional con doce años– «una realidad nada sencilla a su edad»–, lo hace además con una capacidad «bastante superior al ELO que ahora marca», sostienen en el CECA. De ahora en adelante, Krauchi ha entrado en un grupo de ajedrecistas «elegidos, de un nivel ya muy alto, para entrenar y es importante que compita más en torneos internacionales como Praga, Lorca, La Rioja o el mismo de Menorca. Debe subir el nivel de competición y que siga con las mismas ganas y humildad», invita Pons. «Estamos ante un ajedrecista que puede marcar una época en el ajedrez insular y balear. Personalmente estoy súper contento pero poco a poco, pies en el suelo. Estoy orgulloso, le encanta y la pasión que pone en todo lo he visto pocas veces. Desde la humildad, clave para mí, puede ser un gran jugador».