La vela menorquina tendrá doble presencia en el Campeonato del Mundo de ILCA 6 e ILCA 7 sub 21 con los regatistas de Ciutadella Maria Gornés y David Ponsetí. Un Mundial que se celebrará en Dun Laoghaire (Irlanda) del 22 al 29 de agosto. Ponsetí cuenta en declaraciones a «Es Diari» cómo ha sido su proceso de entrenamiento y cuáles son sus objetivos para este Mundial.
El regatista ciutadellenc comenzó su ciclo de preparación en octubre con varias concentraciones en distintos puntos de la Península con la selección española. Entre los lugares que navegó destacan Portugal, en diciembre y enero; Cádiz; y Dénia, durante los meses de abril y mayo, además de viajar a Santander, donde se encuentra el Centro Especializado de Alto Rendimiento de Vela. «Allí realizábamos estancias de entre 10 y 15 días, y cada mes teníamos una o dos», explica el menorquín acerca de su rutina de entrenamiento en Cantabria.
Durante el tiempo que no ha estado en las concentraciones, David ha continuado ejercitándose en su actual lugar de residencia, Mallorca. Allí ha seguido navegando por el mar Mediterráneo, pero también mejorando su físico junto a su instructor en el Real Club Náutico Palma.
Además de su actividad deportiva, este curso el regatista sub 21 ha tenido que compaginarla con su primer año universitario y un ciclo formativo de grado superior como técnico de vela de nivel 2.
En cuanto al ámbito académico, David ha empezado a tiempo parcial el Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universitat de les Illes Balears (UIB). «Por ser deportista de alto nivel tenía la opción de asistir a clase de manera parcial, lo que me permitía no tener que ir todos los días. Solo estaba matriculado en cinco asignaturas», detalla sobre su primer año en la universidad.
Cambio físico
Uno de los aspectos en los que más ha crecido ha sido, a nivel físico, un elemento fundamental para la clase de vela que practica Ponsetí. «He estado trabajando mucho en el gimnasio. El físico es clave porque la clase de vela que practico es muy exigente», destaca.
A lo largo de esta temporada, el canterano de Es Nàutic ha visto aumentado su peso en hasta cinco kilogramos. Es decir, ha pasado de los 77 kilogramos que pesaba a principio de curso a los 82 que pesa actualmente. «Estoy muy contento con este cambio porque ha sido fruto de un trabajo constante a lo largo del año», admite. Este esfuerzo, unido a una alimentación específica y entrenamiento, le ha llevado a aumentar su masa muscular y así alcanzar un peso similar al de los regatistas olímpicos, que suele situarse entre los 80 y 85 ‘kilos’. Esta mejora física le ha permitido navegar más horas de forma efectiva, comenta.
Además de progresar en su resistencia física, también considera que ha mejorado en capacidad mental. Sin embargo, tiene claro que lo más importante es «disfrutar del progreso».
Las aguas irlandesas
El regatista formado en el CN Ciutadella prevé que en Dun Laoghaire se encontrará aguas más frías y con corrientes más fuertes, muy diferente a las condiciones del Mediterráneo. «Hemos intentado prepararnos en Santander, ya que tiene características más similares a las que tendremos en Dublín», describe sobre las condiciones náuticas que le esperan.
David se muestra muy tranquilo antes de arrancar el Mundial. El joven regatista asegura que lo más complicado es el trabajo previo a los entrenamientos. «El día de la competición solo recoges lo que has sembrado a lo largo de todo el año. La jornada de la prueba en sí no es tan difícil», afirma. Y tiene claro que la clave es «hacer una buena preparación para luego poder competir de forma tranquila y confiada».
Por último, señala cuál es su objetivo para este Campeonato del Mundo: «Me gustaría estar en el top 10 o top 15 de la clasificación general», concluye.