El Valeriano cometió demasiados errores no forzados en el tercer y cuarto set, dando vida a un rival casi hundido tras el 0-2 inicial. Las menorquinas lo bordaron en los primeros sets, y brillaron en el quinto, el más igualado, pero fallaron en el tercero y cuarto, cuando tenían al rival contra las cuerdas, y acabaron perdiendo en un encuentro, eso sí, vibrante (3-2).
Tras la igualdad inicial (4-4), la llegada de Marcela Ré a la línea de saque supuso un parcial de 0-5 para Valeriano. Las castellanas tenían muchas dificultades en la recepción y no pudieron frenar los buenos ataques de Sandell en la red (5-10). Sólo entonces, con Soraya Santos en la línea de saque y las buenas acciones de Miloserdova en el centro de la red, tanto en ataque como en bloqueo, el UBU resucitó (12-14). Pero fue un espejismo y las baleares, muy sólidas sobre todo en la red, no llegaron al segundo tiempo técnico con 12-16. Más contundentes en el capítulo ofensivo, y sin que el bloqueo local estuviera lo entonado que acostumbra, las castellanas alfombraron el camino hacia el éxito de su oponente (20-25).
En el segundo set, los errores técnicos de las baleares y una mayor agresividad del UBU desde la línea de fondo pusieron a las castellanas por delante por vez primera en el encuentro (4-1). Las atacantes locales, sobre todo Alves, comenzaron a poner en aprietos a una magnífica defensa balear (11-7), pero Sandell y Moy respondían por las alas ante la ineficacia de la defensa burgalesa y remataban a su antojo y sin oposición (15-18). Sólo la aparición de Sara González por el centro permitió recobrar el aliento a las de El Plantío (19-20). Fiorenza pidió serenidad a las suyas en el momento clave y un saque directo de Patiño y un misil de Moy cerraron el set (21-25).
En el tercer set Burgos se mostró más contundente en la red y gracias a los remates de Santos y a los errores no forzados de las menorquinas puso el 14-9. Burgos jugaba muy rápido para superar el bloqueo de un Valeriano que lo intentó, pero tras fallar sus cuatro primeras opciones, a la quinta Regi hizo el tanto 25 y puso el 2-1 en el marcador.
El UBU había recobrado la fe, aunque los puntos de Sandell y la excelente defensa mantuvieron vivo al Valeriano (4-5). Las locales trataban de eliminar la capacidad anotadora de Moy, que también se había sumado a la fiesta, buscándola con el saque y Menorca puso el turbo encomendándose a sus artilleras Moy y Sandell (13-16). Pero Burgos reaccionó y con Delgado al servicio devolvió la igualdad al luminoso (17-17) mientras Regi y Sara taponaban las incursiones baleares (21-19) y así, pese a los puntos de Sandell, UBU forzó el quinto set (25-21).
Todo podía pasar. El bloqueo de Mireya fue letal en el arranque (5-2), pero Moy metió a las visitantes en la pomada (5-5). Los dos equipos llegaron a su máximo nivel al tie break. Las universitarias metieron la directa con Alves de estilete para llegar al cambio de cancha con 8-6. Sencillamente espectacular era la contienda. Las de El Plantío se convirtieron en un muro infranqueable en la red, lo que minó la moral balear, que ya no podía anotar con la facilidad de las primeras mangas.
Sin embargo, los nervios traicionaron a Burgos (13-11) que cometió tres errores no forzados que le complicaron la vida. Las universitarias perdieron tres bolas en un final agónico (14-14), pero Sara hizo el 15-14 y al final, un fallo de Sandell, la mejor del Valeriano, dio la victoria al UBU.
Fiorenza reconocía que su equipo se descentró en el inicio del tercer set
Área11 Burgos
El técnico argentino del Valeriano comentó resignado al final del partido: "Para el público seguramente haya sido un magnífico partido, porque el UBU tuvo una reacción espectacular y el nivel de juego ofrecido por su equipo al final del encuentro fue espectacular".
Fiorenza comentaba que "en los dos primeros sets a nosotros nos salieron las cosas muy bien, pero después cometimos algunos fallos que el rival supo capitalizar perfectamente. Y al final de todo fue justo ganador, aunque por la mínima diferencia y aunque no perdimos las opciones de victoria hasta el final. En el tercer set hubo un par de jugadas polémicas y nosotros, en lugar de abstraernos y de seguir con nuestro juego, nos dejamos contagiar y ese parón en el juego nos cortó el ritmo. No supimos leer el partido, ser listas y mirar un marcador que nos favorecía claramente. Eso provocó una reacción y la remontada del UBU. Nosotros no estuvimos en los números habituales de ataque y nos faltó un poco de rotación, con los primeros tiempos sobre todo y de apretar en defensa". Mientras, José Miguel Pérez, técnico del UBU, no podía ocultar su satisfacción y comentaba respecto al encuentro que "Fue un partido extraño. Al principio nos costó mucho trabajo entrar en el duelo porque tuvimos muchos problemas de lesiones esta semana y se dejó notar. Sara González y Mariana Alves sólo se entrenaron con sus compañeras el viernes y se notó la falta de ritmo que arrastraban estas jugadoras. Ellas nos habían estudiado muy bien, y sobre todo ha sido el equipo que mejor nos ha sacado. Nos ha apretado mucho. Pero al final, con la fe y la confianza se sacó el partido adelante. Estoy contentísimo por ello y también porque haya sido delante de nuestra afición que bien se lo merecía".