El CV Ciutadella abrió ayer una nueva temporada en Superliga nombrando a la nadadora olímpica Ona Carbonell, recientemente heptamedallista en los mundiales de natación de Barcelona, madrina de honor, entregándole dos camisetas del club. La de competición con el número 7 en alusión a las medallas, y otra de entreno "para que pueda hacer sus primeros pasos en el voleibol si la sincronizada se lo permite", bromeó el presidente Andreu Hernández.
Secundado por la directiva, jugadoras y algún socio, Hernández indicó: "Buscábamos un apoyo o cara visible fuera de la isla y nos fijamos en Ona, veraneante habitual, persona muy cercana, y espejo a seguir en cuanto a determinación con el deporte femenino, amén de su impresionante palmarés". Para Carbonell, "fue una sorpresa y un honor" y admitió que "Menorca es mi segunda casa, intentare seguir al club y apoyarlo cuando juegue en Barcelona".
El presidente también agradeció el apoyo de las empresas colaboradoras, animó a otras a aportar su grano de arena y enfatizó en las ganas y la ilusión de "un gran grupo de personas que queremos que este club y el voleibol sigan muchos años, a pesar de las dificultades diarias". Reconoció que aún no tienen un patrocinador principal, que si falla Valeriano tienen tanteadas otras alternativas, por lo que aún no se sabe qué nombre tendrá el equipo de Superliga.
En cuanto a la plantilla, el técnico Bep Llorens comentó que "es el año que mas renovaciones hemos hecho y por lo tanto, que menos cambios ha habido, por lo que el nivel a exigir será algo mayor al año pasado". ¿Cuál será el objetivo? "Competir por entrar en play off hasta la última jornada o quedar entre las seis primeras". Al final, las jugadoras aprovecharon para fotografiarse con Ona y sus siete medallas.