Batacazo a las primeras de cambio. El Avarca escogió el peor día para ceder por vez primera ante el Barça 3-1. Las menorquinas nunca se encontraron cómodas, faltas de continuidad y ante un rival duro ayer en la red. Un inesperado tropiezo ciutadellenc que ya se asomaba de inicio. Empezó algo espeso el Avarca (7-8) ante un Barça que le tenía ganas. Ana Pérez acudió al rescate primero y después Irene Cano en el bloqueo, como no, para poner el 16-15. Pero no estaba cómodo Avarca y la igualdad era máxima (19-19) aunque era el equipo de Menorca quien llevaba tímidamente la iniciativa, sin convencer. Apareció Rocío Gómez para poner con rabia el 22-19. El Barça lo levantaba todo atrás y ponía el 22-22 que rompía Brun en la red. Gómez enviaba el balón fuera (23-24) y luego era Bea Vázquez quien pegaba el esférico a las gradas para acabar 23-25 azulgrana.
Comenzó mejor el segundo set (6-1), más metido el cuadro de Llorens. Y así se mantuvo gracias al acierto de Vázquez y Pérez en la red, secundadas por Gómez (14-9). Las cosas se ponían en su sitio y Xavi Perales no hallaba solución al vendaval menorquín (19-12). Avarca comenzaba a gustarse pese a los intentos de Sánchez. Al final, 1-1 con un claro 25-15.
De nuevo flaqueó Avarca en el tercer cuarto (4-9) pero Brun en el servicio lo arregló 9-10. A base de casta las de Llorens giraban el set 15-14, forzando en el saque. Gracias ahora a Bea marchaba 19-16 y se ponía de cara el 2-1. Pérez se recreaba con su veloz diestra (21-17) ante un Barça perdido atrás, al contrario del resto de partido. Pero no sentenciaban las de Menorca y tras un toma y daca un recuperado CVB se imponía 24-26 con bloqueo final de Orozco a Vázquez.
Quedó tocado el Avarca y mucho. Y como en el resto del partido, no estaba cómodo en Las Palmas (11-13), superado en la red por Muller y compañía. Un muro azulgrana, llegando al preocupante 12-16. Avarca estaba desconocido, aturdido, y se le iba el match (14-19). Caras largas, reflejo de que nada les salía, ya con 15-20 y ante el desespero de Llorens. Al final, desesperación con el 23-25 final.