(Santa Fe, 29 años) es feliz en Ciutadella. Enamorada de la Isla, deportivamente la atacante internacional argentina ha encontrado en el Avarca de Menorca protagonismo y estabilidad, pilares importantes para una jugadora del nivel de una de las máximas anotadoras de la Liga Iberdrola. Estas Navidades la de San Javier se queda en Ciutadella. Tenía pensado viajar a Argentina pero con la pandemia ha preferido cuidarse y sacrificar pasar las fiestas con su familia, por precaución. Y por ello, «Es Diari» ha hablado con la referente del Avarca.
Westergaard, como el resto de sus compañeras, disfruta ya de unas «muy merecidas vacaciones, tras la gran temporada. Nos hacía falta parar y resetear un poco la cabeza para afrontar lo que queda de liga y los nuevos retos que nos vienen», razona, tras un 2020 espectacular. «Muy bueno y que mejor manera de cerrarlo en lo más alto de la Superliga, campeonas de Supercopa y directas a semifinales de la Copa de la Reina, como líderes. ¿Qué más se puede pedir? Año redondo, con sabor a más como siempre y, sin duda, de los años en el Avarca, mi mejor año colectivo», admite. «Hemos cumplido todos nuestros objetivos –aunque aún quedan más –y cerramos año de la mejor manera. Pero todavía queda lo mejor, el final, así que esperemos seguir así».
Un 2020 tan espectacular y redondo como extraño y sí, incompleto, pese a tantas alegrías. «La final de la Copa de la Reina aquí fue una pena perderla pero sabíamos que teníamos al campeón de las últimas ediciones y fue una final muy peleada. Logroño lo tenía más que merecido». Y no celebrarse los Play off, ya en pleno confinamiento, «fue priorizar la salud y bienestar para todos», expresa, resignada.