No pudo ser. El Avarca Menorca sí cumplió su labor de derrotar al Haro riojano en la jornada final de la Regular de la Liga Iberdrola –al que remontó para vencer por 3-1 en Ciutadella en la velada del sábado previo, con una María Barrassa en modo estelar– pero por contra y en paralelo, no se dio la combinación necesaria para que el equipo insular cerrara la clasificación entre los dos primeros –el cuarto puesto ha sido su límite–, lo que desbarata su acceso directo a semifinales y le obliga a iniciar el asalto por el título a partir de la ronda de cuartos de final, en la que se medirá al CV Sant Cugat catalán, conjunto que por su parte se estrena en estas lides y en el que milita la jugadora de Ciutadella Alba Cardona. En el regreso a los playoff tras seis años de ausencia, alcanzar la final reclamará al Avarca recorrer la vía larga (esto es, cuartos y semifinales).
Y si bien la victoria obrada contra el Haro no repercutió para mejorar el estado clasificatorio con el que abrió la jornada final, cuanto menos sí valió para que el Avarca dejara atrás un lapso en el que amontonó cuatro derrotas en cinco partidos, lo que incluyó la eliminación contra el Alcobendas a las primeras de cambio en la Copa de la Reina celebrada en Las Palmas, y por añadidura, despejar las lógicas incógnitas que genera una secuencia de ese calibre antes de incursionar en el instante cumbre de la temporada.
Por tanto, también en lo anímico se rearma el colectivo que entrena Bep Llorens, puesto que siempre es mejor ingresar en la postemporada tras vencer –y con remontada incluida– y acreditando cierta solvencia como local (con anterioridad, se derrotó en Ciutadella a La Laguna), lo cual se distingue un plus para encarar una primera eliminatoria con el factor campo a favor.