Sensaciones positivas y esperanzadoras en el seno del Avarca de Menorca, pese a finalizar último y no ganar ninguno de los dos encuentros en la Copa Ibérica 2024 celebrada en Las Palmas de Gran Canaria. El cuadro de Bep Llorens cayó ante el campeón FC Porto e Hidramar Gran Canaria, si bien, fueron partidos de connotaciones muy diferentes. Ante las canarias, Llorens cambió el equipo titular– con protagonismo para Marina Saucedo y Zoí Mavrommatis y los debuts de Alba Ortiz y Margó Ribot– y aprovechó para ‘mimar’ y dar reposo físico a otras como el flamante fichaje, Grecia Castro, y la también mexicana, Ivone Martínez, dos talismanes del equipo.
Las vibraciones del banquillo
A cuatro días de disputar la final de la Supercopa de España y con el expreso deseo de situar su cuarta estrella en la camiseta bermellón, el técnico ciutadellenc valoró ayer con «Es Diari» el fin de semana pasado, sacando, en general, conclusiones muy positivas. «La valoración es muy positiva porque competimos muy bien ante equipos en un momento de forma alto ahora mismo– sobre todo el Porto– que se mostró superior a cualquier rival del torneo», decía Llorens. «Empezamos muy fuertes nosotras ante Porto e incluso sorprendimos al rival pero cuando se pusieron a jugar y subir nivel las portuguesas nos lo complicaron mucho, siendo un rival superior a cualquiera de España, con una plantilla muy extensa y física, de previa de Champions League», abundaba el preparador bermellón.
Ante Gran Canaria en el último encuentro de la Copa Ibérica, «jugándonos un tercer y cuarto puesto y a una semana de la Supercopa, los dos hicimos muchos cambios y pruebas, de cara a esta final del viernes. Un partido atípico, más de pretemporada que de otra cosa» añadía el entrenador, valorando el momento actual de la plantilla. «Nos falta aguantar el nivel en cuanto a la capacidad física y continuidad en el juego. El equilibrio de saque y recepción rivales fue superior al nuestro y en velocidad de juego y ataque estuvimos muy bien. En general, estamos en la línea que queríamos».
En esta Copa Ibérica reconocía el preparador que se ha visto que los dos equipos portugueses, «llegaron en un punto de forma mejor, empezando a entrenar mucho antes; como también el Gran Canaria pienso, si bien, tanto ellas como nosotras no hemos realizado grandes cambios pero sí detalles que nos hacen mejorar, tanto a ellas como a nosotras», analiza, de su bestia negra. «La Supercopa será una eliminatoria como el año pasado, ante el rival más fuerte de la categoría española, con mayor potencial y encima juega en casa, por lo que el reto es mayúsculo», avisa el técnico. Y es que en palabras suyas, actualmente, «las diferencias no son muy altas; son pequeñas pero toca pulirlas y en este sentido quizás salimos en algo de desventaja. Tenemos capacidad de mejora y toca confiar pero también debemos añadir la carga de viajes; llegamos ayer a la Isla y el jueves volvemos a irnos», lamentaba, sin querer que sirva como excusa.
Un Avarca que en plena pretemporada, con permiso de Copa Ibérica, mimó a sus jugadoras. «Ante Porto tuvimos un poco tocada a Patricia Rodríguez y el domingo sí resguardé a algunas jugadoras. No tenía sentido forzar a nadie y menos a Grecia Castro misma, por ejemplo. Ivone Martínez también descansó los dos primeros sets. Se trataba de no tener un exceso de carga para el momento de temporada en el que estamos y ante dos rivales de lo más duro que nos encontraremos este año».
El apunte
Tres veces a Las Palmas en dos semanas
La expedición del Avarca de Menorca aterrizó en la Isla el lunes por la mañana procedente de Las Palmas de Gran Canaria y mañana la plantilla menorquina volverá a hacer las maletas para regresar a la ciudad canaria, en vistas a la Supercopa que jugará en el majestuoso Gran Canaria Arena. Y sí, regresarán a casa el fin de semana y el viernes siguiente, enésimo viaje ahí, para el primer partido de la Superliga.