La Primera División 2025-26 de voleibol, tanto en categoría masculina como femenina, ha dado comienzo a la nueva temporada con una intensa primera jornada disputada entre el 4 y 5 de octubre. Un total de ocho grupos, cuatro por categoría, han ofrecido una muestra clara de la competitividad y emoción que marcarán el curso. En clave femenina, el Grupo B español amaneció con un encuentro muy especial en tierras catalanas, con ‘derbi’ menorquín entre las dos embajadoras del voleibol insular en la Primera División. Se vieron las caras dos antiguas compañeras del Club Voleibol Ciutadella; la ciutadellenca, Anna Carretero, que milita en el CV Vall d’Hebrón, frente a la mahonesa, Marta Finestres, que repite presencia en el SD Espanyol de Barcelona.
Tras haber jugado juntas en el CV Ciutadella a las órdenes de Xavi Cardona– siendo campeonas de Balears y séptimas de España en un año sublime– ahora Carretero y Finestres, que acabaron el domingo 2-3 para el Espanyol, buscan fortuna en Primera División.
Marta Finestes (Espanyol)
En su tercer año en Primera la central de Maó es titular en el Espanyol, «y creo que aporto bastante al equipo. Además de mi papel en ataque y bloqueo, aporto compromiso, energía positiva y muchas ganas en cada entrenamiento y partido», nos relata Finestres, «muy contenta de poder jugar en Primera; nunca me lo habría imaginado. Es mi tercer año y noto que he ganado mucha experiencia, además de mejorar a nivel técnico y táctico», abunda la mahonesa. Como objetivo de equipo, «me gustaría subir a Superliga 2 porque creo que tenemos potencial para ello. A nivel personal, quiero seguir mejorando en los pequeños detalles que marcan la diferencia» analiza una Marta Finestres que en junio se graduó en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en el INEFC de la Universidad de Barcelona. «Toda mi vida ha estado vinculada al deporte, me apasiona. Este año estoy cursando el máster para ser profesora de Secundaria». Lo compagina con su trabajo de preparadora física en la base del Espanyol.
Precisamente, Finestres habla de las dificultades a la hora de combinar y compaginar trabajo y voleibol y más en féminas. «No es fácil porque entrenamos muchos días y hasta tarde y al día siguiente toca madrugar para ir a clase. Aun así, lo hago con gusto», nos cuenta la de Maó. «Es cierto que el voleibol, a diferencia del fútbol, no tiene tantos recursos ni te permite vivir de ello en categorías más bajas, así que toca organizarse mucho y hacer malabares para poder seguir jugando a buen nivel», lamenta, deseosa de que pueda jugar «alguna temporada en Superliga 2. De hecho, cuando jugué en Canarias subimos a SFV2 pero por falta de dinero tuvimos que renunciar y volví a Barcelona. Más arriba ya lo veo muy complicado… El Avarca de Menorca, por ejemplo, me parece inalcanzable, porque es el máximo nivel del voleibol español», dice sin titubeos y emocionada de habérselas visto con Anna Carretero. «Fue un encuentro intenso pero lo disfruté mucho. Siempre es bonito reencontrarse con antiguas compañeras aunque sea en equipos distintos y ojalá en unos años podamos volver a coincidir jugando juntas en Menorca».
Anna Carretero (Vall d’Hebrón)
La colocadora ciutadellenca suma su año 2 en Primera con las catalanas, quinto en la entidad. «Mi rol la distribución, que todo el equipo vaya a una, saber a quién darle cada pelota y en qué momento; el cerebro del equipo y quien lo dirige. Y que todas las jugadoras se sientan parte en todo momento», analiza Carretero, «muy feliz de poder jugar en Primera y sobre todo con todas mis compañeras. Personalmente, mi reto es cada año crecer y dar mi mejor versión a club, compañeras y a quien vienen a ver cada partido», señala la insular, que ha empezado Bellas Artes en la Universitat de Barcelona. «A momentos es difícil, poder compaginar, estudios, entrenamientos y partidos, dejando muchas cosas de lado. Pero el volei también te da cosas muy buenas; compañeras, superarte y crecer como persona dentro y fuera de la pista. Ello compensa los sacrificios».
Y habla de futuro y aspiraciones en las pistas. «Siempre hay ganas de aspirar a categorías más altas y si llega, bienvenida. ¿Avarca? Un imposible; cuando empecé de ‘peque’ ahí era mi meta poder llegar un día a vestir la camiseta pero el club está a un nivel espectacular y sí es un imposible», exclama. «Mira a Ivone y Saucedo, en mi posición, capaces de dirigir al equipo y ver qué hacer en todo momento para poder llevar su equipo a la victoria», analiza Carretero, viendo «un gusto y orgullo jugar y compartir pista con Finestres. Fue una sensación rara tenerla delante y al acabar, hablamos mucho», zanja, entre risas.