El aire colonial de Es Castell nos traslada a la época de las dominaciones del siglo XVIII. Se fundó bajo el nombre ni más ni menos que de George Town, puesto que sus fundadores fueron los militares ingleses que necesitaron un pueblo cercano al estratégico Castillo de San Felipe, que entonces protegía la bocana del puerto de Mahón. Hoy, Es Castell, sigue recordándonos esa etapa de dominación inglesa en cada rincón del pueblo. Vestigios de la influencia inglesa son, por ejemplo, las ventanas de guillotina o el rojo intenso que cubre muchas de las fachadas o «rojo inglés». Posteriormente, bajo la dominación española, recibió el nombre de Villa Carlos.
Es Castell es un pueblo lleno de vida. Asomado al mayor puerto natural del Mediterráneo, tiene acceso al mar a través de tres calas: Ses Fontanelles, Cala Corb y Cales Fonts, uno de los lugares más pintorescos del puerto de Maó. Es Castell ha sido tradicionalmente un pueblo de acogida, de ahí su carácter abierto y hospitalario. Desde los puntos más altos de la ciudad se puede observar la enorme fortaleza de La Mola que domina la entrada en la costa norte del puerto de Maó.
Desde ellos también podemos contemplar dos emblemáticos islotes del puerto, espectaculares cuando se iluminan por la noche. Se trata de la Isla del Rey y el Lazareto.