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Maó, la ciudad más cosmopolita

La huella británica e ilustrada laten en cada rincón de la ciudad, el centro administrativo de Menorca

Menorca Mao / Gemma Andreu / Vista | Foto: Gemma Andreu

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Maó es una ciudad que guarda un rico patrimonio cultural e histórico. Vive asomada al mar, con un impresionante puerto natural sobre el que gira la esencia del enclave. Su encanto radica en el aire ilustrado que se respira. Fue durante la dominación británica cuando los ingleses convirtieron Maó en la capital administrativa de la Isla. Desde entonces, el esplendor de la burguesía comercial arraigó en la ciudad. La arquitectura de finales del siglo XVIII y principios del XIX demuestran la próspera economía de la ciudad y la clara influencia inglesa. En la Plaça Bastió se pueden observar los últimos vestigios de la muralla medieval que bordeaba la población: el Pont de Sant Roc.

Una de las herencias más notables de esta influencia se ve en los balcones o boínders. La calle Isabel II es una de las más importantes, ya que allí se concentran las casas señoriales burguesas y exhiben su majestuosidad en los boínders y ventanas de guillotina. Al final de la calle hallamos el Claustre de Sant Francesc y el Museu de Menorca.

El Ayuntamiento es otro de los edificios emblemáticos de la ciudad. Su fachada neoclásica y su reloj, importado de Inglaterra en 1731, comparten protagonismo en la Plaça Constitució con la iglesia de Santa Maria, centro espiritual de la población, y cuyo órgano es una joya.

El centro histórico

Maó es una ciudad moderna y cosmopolita. La Plaça Esplanada conecta con el corazón peatonal a través de las calles Ses Moreres, Hannover, Carrer Nou, s’Arravaleta y la Plaça del Príncep. Es una zona donde se concentran algunos de los comercios históricos de Maó y en la que existe una amplia oferta de negocios y servicios. La Plaça Constitució es otro punto de interés de la ciudad.

Este constante intercambio cultural que ha vivido la ciudad ha convertido a sus habitantes en gente abierta y hospitalaria. Así se percibe tras dar un paseo por sus calles principales donde la oferta cultural, comercial y gastronómica le convierten en un verdadero centro vivo.

Un paso por la ciudad: los lugares a conocer

El Ayuntamiento. Junto a la iglesia de Santa Maria, el Ayuntamiento es uno de los edificios principales de la Plaça Constitució, centro neurálgico de la ciudad. De su fachada neoclásica, destaca el reloj, importado de Inglaterra en 1731. Sobre el reloj hay un escudo de la ciudad. Se dice que fue el primer reloj, no solar, que hubo en Menorca. En el interior de estas Casas Consistoriales encontrará el salón noble y la galería de hijos ilustres de la ciudad.

Teatre Principal. Es el teatro de ópera más antiguo de España. Inaugurado en el año 1829, es historia viva y principal referencia cultural de la Isla. Símbolo de la ciudad, este teatro novecentista, en forma de herradura, fue diseñado por el arquitecto italiano Giovanni Palagi. Constituye una joya patrimonial en Balears por su gran belleza, historia y arquitectura. Puede visitarse o asistir a alguno de los espectáculos que se organizan a lo largo de todo el año.

Mercat des Peix. El Mercat des Peix o Sa Peixateria, además de ofrecer la más variada oferta de género del mar de la Isla, cuenta con puestos en los que disfrutar de tapas, pinchos y vinos. Un espacio que se ha convertido en un concurrido punto de encuentro. Cerca podrá visitar el Claustre del Carme, que se ha convertido en un mercado y su patio central reúne una importante actividad musical. Junto al claustro encontramos la iglesia del Carme, primera de Maó en la que el Barroco deja paso al Neoclásico.

Pont de Sant Roc. Es el único vestigio de la antigua muralla de la ciudad. Cuando la ciudad creció, las murallas perdieron su sentido y se incorporaron viviendas anexas. Tiene una arquitectura medieval. Está formado por dos torres cuadradas de diferente altura, de paredes ciegas, hechas de piedra y mortero con refuerzos de marès y rematadas con matacanes. Entre ellas un paso sobre la puerta daba continuidad al recorrido sobre la muralla. Desde el Pont de Sant Roc podemos acceder a otra plaza, la Plaça Bastió.

Sa Plaça. El Mercado del Claustro de Mahón, conocido popularmente como Sa Plaça, es una de las joyas del centro histórico de Maó. Ubicado en un antiguo convento carmelita del siglo XVIII, este mercado de abastos lleva más de 140 años siendo el alma comercial y social de la ciudad. Hoy en día, Sa Plaça es mucho más que un mercado: es un espacio donde se fusionan la tradición y la vida contemporánea. Sus pasillos con grandes columnas albergan puestos de toda la vida que ofrecen productos frescos y de proximidad: frutas, verduras, carnes, embutidos, quesos, pan, frutos secos... siempre con atención cercana y máxima calidad.

Pero también es un lugar para saborear la esencia de Menorca. Pequeños puestos y terrazas en el patio central donde se puede disfrutar de desayunos, repostería típica, cafés, zumos, tapas, bowls o vermuts en un ambiente relajado y auténtico.

Durante los meses de julio y agosto, el claustro se transforma en un escenario bajo las estrellas, con un programa de conciertos en directo que llenan el espacio de música. Además, el mercado cuenta con puestos de artesanía local, joyería, bisutería, ropa y complementos con sello local. Todo ello en un entorno único, con un supermercado Carrefour Express y un parking subterráneo para facilitar la visita.

El puerto de Maó

El de Maó es uno de los puertos naturales más grandes de Europa, con una belleza imponente. Ha sido un enclave estratégico internacional a lo largo de su historia. En el siglo XVIII se convirtió en anhelo de ingleses, franceses y españoles, entre los que se lo disputaron en diversos enfrentamientos bélicos. Cada dominación dejó huella en la arquitectura. Además de la fortaleza de Isabel II, el Lazareto y la Isla del Rey, mención especial se merece la casa de verano The Golden Farm, que se dice que Lord Nelson visitó. Puede dar un paseo por su ribera, disfrutar de su amplia oferta gastronómica y conocer su ambiente nocturno.

Illa del Rei. Recuperada gracias al trabajo de los voluntarios, destacan dos tesoros: una basílica paleocristiana del siglo VI y el antiguo hospital militar del XVIII. Alberga una de las galerías de arte contemporáneo más prestigiosas del mundo, Hauser & Wirth. www.islahospitalmenorca.org

El Lazareto. Comenzó a funcionar en 1817 con el fin de aislar a los infectados o sospechosos de padecer enfermedades que arribaban al puerto de Maó y debían permanecer en cuarentena. Este Bien de Interés Cultural se puede visitar. www.menorca.es

La Mola. La Fortaleza de Isabel II es uno de los mayores ejemplos de arquitectura militar del siglo XIX. Las obras se iniciaron en 1847 por orden de la reina ante las amenazas británicas de volver a Menorca. Ofrece bellas vistas de la bahía y el litoral. www.fortalesalamola.com

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