Los silencios en la pintura, al igual que en la música, también son importantes". José María Cáceres (Granada, 1964) rubrica la poesía plástica de la luz y el color. Asegura que despojarse de la perfección clásica le ha costado. Pero con "Migracions" ha logrado el súmmum de cualquier creador: alcanzar el efecto máximo con el mínimo de medios.
Cáceres inaugura, el próximo día 22 en el Claustre del Carme de Maó, un compendio de obras al óleo de lo más intimista acompañado por una docena de telas de "fogasser" dibujadas. "Migracions no sólo representa mi evolución artística, sino que también da fe de la migración en el tiempo que hemos llevado a cabo mi familia y yo. Hemos vivido en muchos sitios y cada vez que nos trasladábamos parecía que nos dejaban las raíces al aire. Hoy esperamos que sea Menorca el lugar definitivo donde arraigar", comenta.
La figura humana, muy presente en esta exposición, es una constante en la trayectoria de Cáceres. El profesor y tercer puntal del Centre Internacional de Gravat Xalubinia Menorca, se formó en The Art Students League of New York. "No quería ir a una universidad tradicional", explica. En Nueva York contó con la directriz de Gregg Kreutz (en clásico), y de William Scharf (en abstracto y composición). "La figura humana es uno de los temas donde más disfruto. Las personas somos pura narración y vamos a la caza de historias. Somos cotillas por naturaleza", dice quien tiene a sus espaldas horas y horas de taller, y en especial de dibujo anatómico.
Su camino parte del claroscuro (en tonos siena, ocre o tierra) y despega hacia el color. Un color que evoca la belleza de los elementos más simples como el mero conjunto de unos limones. Naturalezas muertas que bajo su prisma resuellan pintura hecha verso. "Trabajo la luz tratando de no sacrificar el color", advierte. Un proceso que ejecuta a base de paleta y pincel obteniendo una armónica combinación de texturas. "Es una pintura intimista, pero de la intimidad que compartimos todos, pequeñas cosas efímeras que nos suceden y que se prestan a ser captadas en el cuadro". Cáceres observa la tendencia a la simplificación como una tendencia al silencio. "Migracions" ofrecerá al público una visión desde su recorrido inicial como especialista en el retrato hasta la fuerza del contraste y la luz. La muestra se completa con una serie de telas en dibujo aguado, una nueva impresión libre e impactante de su cuaderno de apuntes.
Proceso. Con la combinación
de la paleta y el pincel, Cáceres
trabaja la luz sin la necesidad
de sacrificar el color. El artista logra
alcanzar el efecto máximo
con el mínimo de medios
Si bien le interesa el mundo abstracto de Paul Klee, destaca que lo suyo es una síntesis del claroscuro y el expresionismo abstracto. Un trazo que enamora por su sutileza y por la garra de sus personajes.
Hasta el 18 de agosto en el Claustre del Carme de Maó.