«Patrimoni Culinari de Menorca. Gastronomia i Cultura a través del temps».Esa es la temática elegida por la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella para la edición número XV de sus Jornades de Recerca Històrica de Menorca, que se celebrarán en la sede del Cercle Artístic de Ciutadella dentro de un mes, los días 25, 26 y 27 de noviembre.
Así, la veterana cita cultural con la investigación histórica reunirá a un buen número de expertos con el propósito de profundizar en la cultura y la gastronomía insular «desde sus orígenes hasta la fecha», avanza el presidente de la entidad organizadora, Ángel Roca. Un viaje para el que contarán con la colaboración de otra entidad, Fra Roger, experta en la materia, que tal y como comentó ayer uno de sus miembros, Antoni Juaneda, lleva ya trabajando unos años para conseguir que la gastronomía ocupe el lugar que se merece. «La cocina es cultura y patrimonio, es mucho más que comer», sostiene Juaneda al respecto.
Un planteamiento compartido también por el conseller de Cultura,Miquel Ângel Maria. «La gastronomía es cultura y además está de moda», añadió durante una presentación en la que quiso recordar la apuesta existente en la Isla por ese campo, con la inminente conversión de uno de los espacios del Convent de Sant Diego en Alaior en elCentro de Cultura Gastronómica de la Isla.
Así, las jornadas cumplirán este año tres lustros de historia, un evento ya consolidado pero no exento en las últimas ediciones de problemas económicos para seguir adelante. Así lo hizo saber Roca el año pasado durante la jornada inaugural, un mensaje recibido y comprendido por el Consell insular.
«Las jornadas en sí mismas son un patrimonio documental de conocimiento e investigación que aporta información en temas clave de la historia de Menorca y consideramos que debían tener continuidad», reconoce el conseller de Cultura, quien anunció que para esta edición se ha firmado un convenio anual de colaboración, renovable en el futuro, por un importe de 4.200 euros.Además, sufragará la edición de las publicaciones generadas en las jornadas. Por su parte, Roca respiraba ayer aliviado después de que en los últimos años hubieran perdido la línea de ayudas otorgada por el Govern balear a través del Institut d'Estudis Baleàrics. «El convenio ha sido un balón de oxígeno, porque veíamos peligrar de forma muy seria la celebración de las jornadas», reconoce el presidente de la Martí i Bella,