Un periodista se puede jubilar pero raro es que deje de escribir, «y de leer», apostilla Lluís Vergés, redactor en plantilla del MENORCA desde 1983 hasta el verano de 2020. Tras la publicación en 2017 de su primer libro, «Tenis en la luna», estos días es noticia por la edición de un nuevo título: «Por los bosques» (Alfabeto, 2021).
Un trabajo que llega con el subtítulo de «Los árboles son nuestra salvación» y en el que habla del «importantísimo» papel que estos juegan en la regulación del clima. A lo largo de casi 200 páginas, Vergés plantea cómo una posible operación para extender las áreas forestales del planeta podría ser beneficiosa en la lucha contra el cambio climático.
Defiende el autor que los árboles son nuestros grandes amigos y argumenta por qué. Recuerda en ese sentido que enriquecen nuestra vida con su madera y sus frutos, modelan los paisajes, atraen la lluvia, refrescan las ciudades y capturan el CO2 del aire para liberar oxígeno a la atmósfera. Cualidades que los convierte «en nuestros mejores aliados» para luchar contra el cambio climático en el marco de un medio natural que no deja de mandarnos toques de atención.
Vergés recoge en «Por los bosques» opiniones y experiencias de algunos expertos que abogan por aunar fuerzas en la batalla por salvar el medio y se centra en describir algunas acciones locales concretas que han conseguido regenerar paisajes desertizados mediante la plantación masiva de árboles y vegetación.
«Los árboles nos dan mucho y no piden nada a cambio. Como dice un proverbio indio, son tan generosos que dan sombra al leñador que va a talarlos», explica el escritor sobre la filosofía de un trabajo que sigue los pasos de relevantes biólogos y botánicos que han destacado por sus acciones en favor de los bosques y se hace eco de la relación con el mundo arbóreo de conocidos científicos, pensadores, pintores y escritores como Darwin, Henry Thoureau, Van Gogh, Picasso, García Lorca o Patrick Leigh Fermor.
En esta excursión periodística y literaria por la floresta no faltan referencias a mitos, leyendas, jardines, obras de arte, especies y lugares donde el mundo arbóreo es el gran protagonista. Respecto al estado de salud de los bosques de Menorca, recuerda que los estudios aseguran que la superficie forestal de la Isla no ha dejado de crecer en los últimos 50 años. «Es un magnífico dato que tenemos que celebrar. Por cada habitante hay más de cien árboles en los bosques menorquines. Ellos son los auténticos pilares de nuestra Reserva de Biosfera», asegura.