Álex Fajardo (Ferreries, 1996), conocido como Saske en el mundo de la música, apuesta fuerte de cara al futuro. Empujado por el éxito de su anterior trabajo, «Tramontana» (2021), el viento sopla a su favor y ello le ha conducido a instalarse en Madrid, donde está actualmente con StepFamily Records. Después de sacar este el último mes dos canciones, «Blessed» y «Traición (una colaboración con Alberdi), el artista menorquín anuncia que va a sacar su tercer LP en solitario a principios de año con el nombre de «BAR'$» y que el próximo martes lanza su segundo adelanto «Sugar Hill» con la colaboración de Delaossa. El álbum está íntegramente producido por por J.Moods (miembro de Space Hammu con el que hizo su primer trabajo en solitario «Knowledge»)
excepto dos canciones que producen Kas Rules y Staid beats.
«Llevo toda la vida intentando dar el gran paso y voy a por ello», reconoce desde la capital. Y la primera decisión de peso que ha tomado es la dedicarse al cien por cien al mundo de la música. «Desde bien joven he tenido que trabajar en el bar para ganar dinero, hacer mi música y salir a enseñársela al mundo», comenta cuando explica el título del nuevo álbum. Lo de pasar la temporada trabajando en el puerto de Maó, en el quiosco del parque Rochina, parece que ya pertenece al pasado. «Quiero cerrar una etapa y centrarme solo en la música», insiste.
Aunque su nombre no figura entre el de los artistas más conocidos a nivel local, estamos hablando del músico menorquín que cuenta, de lejos, con el mayor número de seguidores y oyentes en Spotify. Cerca de 167.000 personas escuchan cada mes a Saske en la plataforma sueca, llegando a rozar en ocasiones la barrera de los 200.000.
Buena parte de esa popularidad se la debe al hecho de formar parte de uno de los colectivos hip-hop más destacados del panorama nacional, Space Hammu, con el que también firmó el disco «Hammu Nation» en 2021. Un grupo con el que actuará el próximo 8 de enero en la sala La Riviera de Madrid en el marco del Inverfest 2023.
Nuevo trabajo, mismo estilo
«Bar'$», avanza el artista, sigue la estela de «Tramontana» en lo estilístico. Sin embargo, estamos ante un trabajo que a buen seguro tendrá más repercusión gracias a las colaboraciones que en él aparecen. Entre ellas la de una de las figuras más destacadas del rap español, Tote King, además de Delaossa y Easy-S. Un trabajo que, no obstante, ha grabado casi al cien por cien en Menorca, como ya hizo con su anterior álbum, en una casa de campo de Es Migjorn Gran, Na Foradada.
El menorquín viene también de cerrar, tras el paréntesis de la pandemia, su primera gran gira por España. «Estás guapísimo ese rollo de viajar por diferentes ciudades de España donde ya saben lo que es la tramontana por mí música», explica el artista, empeñado desde siempre en reivindicar el conocimiento de su tierra. «Mi misión en el rap es que todo el mundo sepa que Menorca existe en cuanto a música», sentencia.
Aunque la Isla aparece en varias de sus letras y le gusta meter alguna rima o palabra en menorquín, Saske tiene claro que la utilización del castellano es clave. «Ello me permite no cerrarme a actuar solo en una zona, aunque luego hay gente como Rudimentary, que canta en menorquín, y se mueve mucho, y eso es gloria. Pero prefiero apostar por algo más internacional».
El rap ha sido hasta la fecha el género que ha marcado su carrera, pero Saske no se cierra la puerta a explorar nuevos territorios sonoros. «A la gente le gusta verme sobre el escenario cabreado, soltando toda la rabia, pero no voy a estar toda la vida así, porque si no uno no avanza». Fuera del escenario y del estudio, el menorquín confiesa disfrutar de músicas y estilos muy diferentes. «Cada canción tiene su momento», dice, y reconoce que dependiendo del día escucha desde flamenco hasta rock, pasando por el soul el jazz o el reggae.
El apunte
El rapero de Ferreries que ahora viaja por toda España haciendo ‘bolos’
Saske dice estar muy en contacto con la escena del rap en Menorca, un panorama “que está creciendo con el paso del tiempo, lo noto mucho de un año para otro», opina. Sabe de los veteranos, de los artistas de su generación y también de las nuevas voces. «Lo único que les digo siempre como consejo a todos es que hay que salir, que desde Menorca es complicado hacer las cosas», apunta. Saske se acuerda de quienes hace unos años le veían como una especie de broma y ahora «ven a un notas de Ferreries haciendo ‘bolos’ por toda España y descubren que la cosa va en serio. Poco a poco las cosas se van consiguiendo». No obstante, confiesa que en su caso se cumple eso de que nadie es profeta en su tierra.