Desde el 19 de mayo y durante todo el verano, el Museo Vermeer de Holanda expone dos obras del pintor menorquín Carlos Mascaró. Un hito relevante en la trayectoria de este acreditado artista menorquín, que no duda en calificar a Vermeer como «mi único maestro».
«Para cualquier pintor, y más para mí, es algo absolutamente extraordinario, insólito y excepcional; un acontecimiento que ni en mis mejores sueños hubiera podido imaginar. Es la culminación como pintor tener expuestas mis obras, no ya en una galería de Holanda, sino en el mismísimo Museo Vermeer. Aún no me lo creo», explica a «Es Diari».
El 2023, durante su anual viaje a este museo, Mascaró descubrió dos cuadros sobre el lento y exigente autor de «La joven de la perla», dibujados por un pintor holandés actual. Sorprendido, y tras preguntar, le explicaron que en alguna ocasión, y de forma excepcional, exponen obra reciente, pero debe cumplir dos requisitos: tener directa relación con Vermeer y ser de calidad, digna de ser dada a conocer en este centro.
«La lechera» en el ‘Street Art'
De regreso a Menorca pidió más información. Tuvo la suerte de que el Vermeer Centrum es uno de los 30.000 seguidores de la cuenta de Instagram del autor menorquín, por lo que conoce su estilo propio y su gran pasión por Vermeer.
Antes, cuando en 2015 participó en el ‘Street Art' de Ciutadella, la obra que presentó ya había llegado a manos de Pieter Roelofs, autoridad mundial sobre Vermeer y conservador jefe de los cuadros holandeses del XVII en el Rijksmuseum.
Aquella obra era una composición sobre «La lechera», un conocido cuadro de Vermeer, donde la leche que vertía la protagonista desde una jarra se derramaba fuera del cuadro y llegaba hasta el suelo, donde era ingerida por dos gatos. La felicitación de Roelofs a Mascaró por esta original reinterpretación llegó al Museo Vermeer de Delft, y fue un factor decisivo para exponer en esta institución.
Las dos obras expuestas
Las dos obras de Carlos Mascaró que pueden admirarse en este museo, ambas pintadas al óleo y alquídico sobre tabla de madera y para las cuales el museo ha contratado un seguro, tienen directa relación con el pintor holandés.
Una es un original trampantojo. O sea, un cuadro que «engaña al ojo», lo que consigue ya que se observa un cuadro de Vermeer en su marco de madera, envuelto en papel de embalaje atado con un cordón. Al estar roto y rasgado parte del papel, por el hueco del mismo se ve parte de la copia del Vermeer, creando así en el espectador una ilusión de irrealidad al confundir lo que parece real con lo que ha sido pintado. Es todo un engaño, un logro. El otro cuadro es una precisa copia de «La lechera», pintada. Una reproducción que ha sido calificada de «excelente» por el director del museo, Herman Weyers. La cartela que acompaña a los cuadros, que ofrece la información sobre las obras y el autor, además de estar redactada en inglés y holandés, en este caso, excepcionalmente y en deferencia a la nacionalidad de Carlos Mascaró, también ha sido traducida al español.
Sala Xec Coll, próximo proyecto
Hace ya seis años que el pintor de Ferreries no expone. La última vez fue en 2018 cuando el Ayuntamiento de Es Mercadal lo eligió para inaugurar la nueva sala de exposiciones Ca n'Àngel.
Los motivos de esta larga ausencia en presentar su nueva obra son los encargos que dificultan disponer de suficientes cuadros para exponer, y el pausado proceso de su trabajo, fruto de una técnica de muy lenta ejecución. Es el método de las veladuras de los grandes maestros holandeses del XVII. Por ello, la ejecución de cada cuadro es pausada. Carlos Mascaró afirma que «en mi caso, afortunadamente, el tiempo no existe».
«Pintar, cuando siempre busco la perfección, no me importa que sea algo parecido a una lucha contra el concepto del cuadro que tengo acabado en mi mente, contra la idea que, a veces, se resiste a ser plasmada con toda la calidad que quiero alcanzar», subraya. Siempre en periodo de aprendizaje para crear su propio lenguaje artístico.
El próximo mes de julio expondrá en la sala Xec Coll de Ciutadella, aunque no individualmente, sino de forma conjunta con el excelente fotógrafo Damià Coll. Una muestra en la que propondrán al espectador que contemple el juego de cuadros pintados «que parecen» fotografías y fotografías «que parecen» cuadros pintados.
El apunte
El Vermeer Centrum de Holanda, en Delft, la ciudad natal del gran pintor de lo cotidiano
El Vermeer Centrum está ubicado en la ciudad natal del pintor, Delft. Es, junto a los grandes museos Maurithuis, de La Haya, y el Rijksmuseum de Ámsterdam, uno de los tres enclaves indispensables para entender y disfrutar la pintura del «siglo de oro holandés», que eclosionó en el XVII.
Es un majestuoso y espectacular edificio de tres plantas que data del 1570, aunque el interior está renovado y adaptado a las exigencias de un museo actual. Su objetivo consiste en la exploración visual de la vida, la técnica pictórica y la obra de Johannes Vermeer.
Situado en la plaza central de la ciudad, que preside el edificio del ayuntamiento, y enfrente está la iglesia nueva. Inicialmente fue la sede el gremio de los pintores y artesanos de esta población. Después tuvo otros usos como taller de la cerámica blanca y azul de Delft.