En su jornada inaugural, el pasado 12 de agosto, el proyecto «Slow Art» instaló en medio de la Plaça des Born unas sábanas blancas. Una acción con la que sus organizadores invitaban a reflexionar al público, explica la pintora Marianella Gallardo, impulsora de la iniciativa junto a Albert Alfaro (DJ Tofu). «Fue una alegoría a los tiempos pasados», argumenta la pintora argentina, «en los que, valga la redundancia, había tiempo para lavar la ropa a mano». Junto a la instalación, un cartel explicativo lanzaba la siguiente cuestión: «Si cada vez hay más máquinas a nuestro servicio ¿por qué en realidad tenemos menos tiempo?».
Un planteamiento que sirve para explicar el concepto que sirve de motor a «Slow Art» y hacer frente a la época del scroll y lo efímero. Y es que la actividad, que el martes celebró su segunda sesión, se apunta a la filosofía del poco a poco para disfrutar del arte de una forma diferente, pausada y contemplativa, con el impulso de la asociación La Jaima Art Comuna y el Ayuntamiento de Ciutadella.
La actividad toma forma como una especie de galería al aire libre que ha brotado en el centro de la ciudad gracias a las oportunidades que ofrece la peatonalización parcial de la Plaça des Born. Un espacio en el que toma forma a través de una configuración en la que llaman la atención dos propuestas principales: la instalación de caballetes de grandes dimensiones para exhibir las obras y la colocación de sillas que invitan a hacer una pausa y contemplar las piezas desde la comodidad y tranquilidad. «Es una invitación a estar frente a la obra, a estar presente», resume Gallardo. Todo ello acompañado de una cuidada selección musical de fondo para amenizar la experiencia.
Las sábanas blancas fueron sustituidas en la segunda jornada por unos bastidores en los que se proyectó una performance protagonizada en el estreno por el fotógrafo Antxon Castresana. Y es que «Slow Art» abarca un variado abanico de propuestas gracias a un colectivo multidisciplinar del que también forman parte los escultores Lucas Bianchi y Josep Lluís Juaneda, las pintoras Margarita Espinosa, Enkarna Vidal, Virginia Barber y Kaori Ishihara y el artista plástico José Luis Troya. La propuesta se redondea con Fátima Anglada y Paola Cibin, que ponen un punto más dinámico a la cita a través del teatro y la performance.
En resumen, concluye Gallardo, están dando forma «a un espacio orgánico y bastante experimental» en el que las propuestas irán cambiando para que la gente que repita cada semana se pueda encontrar con algo diferente. Una iniciativa que busca la complicidad del espectador, pero que para los artistas «resulta muy interesante». El evento se repetirá (de 19 horas a medianoche) cada martes de agosto y septiembre.
De todo habrá menos peatones si verguenza