Menorca es todavía una plaza a conquistar para Vox, así que la elección de la plaça de la Conquesta, a los pies de la estatua del rey conquistador, fue este viernes algo más que un símbolo. Santiago Abascal reunió allí a medio millar de seguidores e inyectó entusiasmo a su votantes, que aspiran a alcanzar representación por primera vez en la Isla. «Alfonso III reconquistó esta tierra al Islam, lo decimos con orgullo, no con la boca pequeña», dijo en un primer guiño a la historia y al ideario de su partido.
Al grito de ¡viva España! y con 25 segundos de acordes del Himno nacional que puso en pie a los asistentes, Abascal cerró una intervención en la que descargó artillería contra Pedro Sánchez, «que ha convertido el Congreso en un mercado donde se subasta la soberanía de los españoles» y a quien definió como «botarate que el otro día insultó a los votantes de Vox».
Reiteradamente interrumpido por aplausos, hizo una referencia a la insularidad, proclamó libertad para elegir la lengua de enseñanza de los hijos e hizo defensa de la provincia y la isla. Por el contrario, criticó un estado autonómico que ha contagiado de reivindicaciones desleales, en referencia a los nacionalismos vasco y catalán, a todos los territorios con la complacencia del PP y del PSOE, señaló.
Repartió a los dos, «ha habido un presidente que iba a derogar todas la leyes de Zapatero y luego otro que no iba a pactar con los comunistas». Este, al que recordó haber presentado dos mociones de censura, fue el principal destinatario de sus palabras, «el socialismo es una epidemia que ha traído a España la traición y con Pedro Sánchez ha llegado la ruina», acusó.
Con el PP, con quien ha firmado pactos y posiblemente tendrá que negociar algún otro, fue también contundente. «Nosotros no somos chantajistas, solo tenemos una línea roja, lo que se pacta se cumple; con la izquierda, nada, con la izquierda moderada del PP tenemos que pactar todavía», ironizó.
En su intervención aparecieron temas de actualidad, «que no vengan estos progres y suelten a violadores y pederastas» y criticó a los populares por dar oxígeno a los socialistas al apoyar la la reforma de la ley.
Referéndum
Abascal recurrió al referéndum como fórmula de participación popular, «solo se ha utilizado dos veces, podrían preguntar a todos los españoles si han de ser legales los partidos que quieren romper España o abrir nuestras fronteras a la inmigración», propuso el líder de Vox.
En un alegato final recurrente, Abascal proclamó que los españoles «están hartos de socialistas, comunistas y separatistas, lo que quieren es patriotismo», concluyó antes de cerrar 20 minutos de oratoria contundente. Le habían precedido Patricia de las Heras, presidenta regional, y los candidatos Xisco Cardona, Maite Medrano y Jorge Campos.
El apunte
Sin incidentes, pocas caras conocidas y una paciencia infinita para decenas de selfis
Tres policías en una entrada y tres en la otra, además de la seguridad privada que acompañaba al líder de Vox previnieron cualquier incidente, pero no hubo ni amago. Al contrario, al finalizar el mitin, Abascal mostró una paciencia infinita para repetir decenas de selfis y hablar en la cercanía con cuantos se lo propusieron. Estamos en campaña. Entre los asistentes había pocas caras conocidas de la política o del mundo de la empresa. Entre esas pocas, estaban Joan Triay y Pepe Negrete, que en el pasado militaron en UPCM y Ciudadanos, el segundo fue el primer conseller por el partido naranja. La organización contó con varios jóvenes menorquines del partido. El mitin pudo seguirse en el lenguaje de signos.