Tras una jornada dedicada al descanso después de varios días de intensa fiesta, el pueblo fue retomando poco a poco su pulso habitual. Fueron muchas las personas que se acercaron hasta el Paseo Marítimo para cumplir con la tradición de San Joanet y disfrutar de los fuegos artificiales. Pero en esta ocasión, con el propósito de animar el ambiente con antelación, el área municipal de Fiestas decidió organizar actividades complementarias.
La primera de ellas, a las 21.30 horas, fue un espectáculo de Flyboard en la bahía, una nueva disciplina de deporte acuático que está causando furor actualmente y que consiste en elevarse por encima del nivel del agua a través de fuertes propulsores, como si de un superhéroe de cómic se tratara . Así, durante la exhibición se pudo comprobar la pericia de los deportistas, que hicieron las delicias de los asistentes.
A continuación, la fiesta siguió adelante con otro espectáculo, en este caso musical, en los alrededores del Castell de Sant Nicolau. El ritmo elegido para animar la noche antes de los fuegos fue la batucada. La cita se convirtió en un encuentro de varias formaciones dedicadas a este género musical, de origen africano pero popularizado en Brasil, que logró reunir a 70 percusionistas. Participaron en la exhibición el grupo Binicada, del instituto Binissalem de Mallorca, el taller de batucada del instituto Josep Maria Quadrado de Ciutadella y la conocida banda local Esclat, que colabora en la formación de ambas agrupaciones. Así, con música y piruetas, Ciutadella comenzó a despedir su fiesta mayor.