El administrador diocesano de Menorca, Gerard Villalonga, ha propugnado este domingo una «interpretación dinámica y relacional de la identidad e integración, fundamentada en el diálogo enriquecedor entre personas y culturas» para dar respuesta a los emigrantes y refugiados.
«Quien emigra está obligado a modificar algunos aspectos que definen su persona, incluso de su propia voluntad, pero está obligado también al cambio el pueblo que lo ha acogido», ha aseverado.
En la homilía de la misa de Sant Antoni, oficiada en la catedral de Ciutadella con motivo de la fiesta del patrón y la Diada de Menorca, Villalonga ha señalado que «este movimiento de identidad e integración necesita en cada momento ser acompañado por disposiciones y leyes justas y equilibradas para preservar y potenciar aquello que es esencial, aunque débil».
Gerard Villalonga, que dirige la diócesis de Menorca durante la actual etapa de sede vacante, ha valorado «el esfuerzo de las autoridades democráticas para fomentar la celebración de la fiesta de Sant Antoni durante los últimos años».
«Nos ayuda a reconocernos y a abrazarnos como pueblo, y abrir los brazos a todos aquellos que han venido o vendrán temporalmente para estar entre nosotros», ha dicho el religioso.
El administrador diocesano ha solicitado «huir de una interpretación estática de los conceptos identidad e integración porque conduce a la confrontación y la oposición».
«Entre la Menorca del siglo XXI y la del siglo XIII -en alusión a la conquista de Menorca en 1287, que se conmemora hoy con la Diada- hay un abismo, pero en nosotros están presentes las raíces y el ADN originario de la cosmovisión cristiana occidental», ha señalado.
El administrador diocesano ha anunciado que «para ofrecer un signo de credibilidad de la voluntad firma de la Iglesia menorquina de armonizar identidad e integración, Cáritas de Menorca, con el apoyo de las administraciones, abrirá durante este año jubilar un centro destinado a las personas que viven al margen de la sociedad y de la familia, que lo han perdido todo, que viven sin hogar, en condiciones inhumanas y que podrán hallar un plato caliente, una cama y un baño».