Con la misma intensidad, o incluso más, que en la primera jornada, Sant Climent ha vivido este domingo otro espectacular día de fiesta. El viento ha dado un respiro, pero el ambiente ha seguido muy caldeado en la pequeña población de Maó, que despede este lunes un año más sus fiestas tradicionales fiestas patronales con la refrescante fiesta del Temporal de Xaloc y su espectacular batalla de agua.
Lo harán con la memoria todavía reciente del multitudinario festejo que han vivido este domingo las calles del pueblo, en el que la actividad ya ha comenzado a primera hora con la tradicional diana al ritmo marcado por la banda Cap de Fibló. Reunidos los jinetes, era casi las 10.30 horas cuando la qualcada ha comenzado a desfilar para dirigirse a la parroquia y celebrar una Missa de Caixers oficiada por Bosco Martí. En esta segunda jornada, el concejal de Cultura, Héctor Pons, ha sustituido a la alcaldesa Conxa Juanola en la entrega del bastón de mando al caixer batle.
Con tan solo un cuarto de hora de retraso sobre el horario previsto, a las 12.15 ha comenzado en la plaza uno de los momentos más esperados de la jornada, el Jaleo, que ha arrancado con un pequeño susto, la caída del caballo del caixer fadrí, Guillem Pons. Pero no fue más que eso, ya que el joven se pudo reincorporar rápidamente a la fiesta. Tras dos vueltas y la entrega de cañas, la celebración ha seguido a todo ritmo, en este caso al son de la siempre espectacular samba de la Banda de Música des Migjorn Gran, que se ha despedido a las 16.30 horas y con alegría hasta el año que viene.
La posterior beguda ha puesto fin a la parte más potrocolaria de la fiesta, que se ha cerrado , según Creu Roja, con 47 asistencias en las dos jornadas, todas ellas por accidentes leves.