El Ayuntamiento de Ciutadella, la dirección facultativa y los representantes de la UTE entre las empresas Construcciones Torrent Coll y Edificaciones Ramos alcanzaron ayer un principio de acuerdo para desbloquear el final de las obras de reforma de Can Saura. A pesar de que tanto el Consistorio como las empresas adjudicatarias han declinado dar detalles sobre los motivos de las desavenencias, todo apunta que se trata de un motivo económico.
La concejala de Cultura, Maite Salord, informó ayer que "es la primera reunión para que las obras queden finalizadas" y anuncia que habrá "nuevos encuentros". Las obras, que aunque no se han paralizado sí se habían ralentizado en las últimas semanas, se retomarán para finalizar las actuaciones pendientes: acabados, la adecuación del patio y el derribo de la caseta del transformador construida en la medianera con la calle Sant Joan Baptista.
Maite Salord recalcó ayer que el objetivo del equipo de gobierno "es que las obras queden finalizadas lo antes posible y bien". Recalca que "hemos hecho y estamos haciendo verdaderos esfuerzos para satisfacer las certificaciones de obra". En este sentido, se refiere a que al entrar en el gobierno municipal "nos encontramos con un cúmulo de certificaciones pendientes, que hemos ido liquidando con la UTE". Apunta que desde que gobiernan el PSOE y el PSM "llevamos satisfechos casi 500.000 euros y quedan pocas certificaciones atrasadas. Ahora nos queda una pendiente de aprobar. Nuestro compromiso es cumplir".
El presupuesto por el que se adjudicó la reforma de Can Saura asciende a 2,8 millones de euros que sufraga el Govern balear con los fondos que se reservaron a través de la ecotasa. "La voluntad de la Administración y de las constructoras es que la obra quede finalizada. Sobre los pagos que realizó el anterior gobierno municipal, está la auditoría económica encargada por el Ayuntamiento que los analizará", comenta.