Con motivo de la celebración en 2008 del Año Internacional de los Polos, el escritor, antropólogo y doctor en Filosofía Camilo José Cela Conde se embarcó en una aventura que emulaba a los primeros exploradores en misiones de investigación por los mares antárticos, como fue el caso de Jean-Baptiste Charcot.
El resultado de dicha experiencia, entre cuyos objetivos figuraba documentar el trabajo que allí están realizando las bases españolas, ha sido publicado recientemente en el libro "Hielos eternos", en el que se recogen unas vivencias que el hijo del Premio Nobel de Literatura compartió ayer con el público menorquín en la sede del Club Nàutic Ciutadella.
Viaje
Bajo el título de "El largo viaje de Mallorca a la Antártida", el escritor relató el que sin duda ha sido uno de los viajes más exigentes entre los que se ha embarcado.
Cela califica la experiencia como "muy positiva" y confiesa que ésta nació para averiguar "qué es lo que movió a los primeros exploradores a ir a la Antártida hace un siglo y medio y ahora a los científicos actuales".
Al respecto, el antropólogo señala que "el hecho de enfrentarse a un mundo tan hostil como aquel para investigar es un forma plausible de ver la vida".
El viaje duró aproximadamente un mes y la expedición tuvo que partir aprovechando los meses del verano antártico: enero y febrero.
Cela aprendió que durante aventuras como ésa a veces la planificación sirve de poco.