Los hermanos Olives Lluch han sido los primeros que han cerrado la venta al Ayuntamiento de Ciutadella de su palco privado en el teatro del Born. La operación se firmó ayer mismo, y es la primera de las 23 que confía en cerrar el Consistorio para hacerse con la totalidad de la propiedad del teatro y facilitar así la llegada de ayudas para que la reforma del mismo pueda empezar el próximo año.
La teniente de alcalde de Cultura, Maite Salord, asegura que durante las próximas semanas se cerrarán otras compras, puesto que una decena de ellas se encuentran en un estado muy avanzado de negociación. De hecho, Salord muestra su agradecimiento "por la actitud mostrada por la gran mayoría de los propietarios". No obstante, existen aún algunas negociaciones difíciles, cuyo final no se antoja fácil.
Salord admite que hay "cuatro o cinco casos en los que podría haber dificultades" debido a dos factores.
En parte porque existen situaciones en las que la propiedad de los palcos no está definida, bien sea por procesos hereditarios o por la resistencia a vender los palcos.
Maite Salord asegura que el objetivo del Consistorio es que el proceso de adquisición de los palcos sea paralelo al de la compra de los palcos. De este modo, la previsión municipal es que el proyecto definitivo de reforma pueda aprobarse en abril o mayo, "y nuestro objetivo es que para esa fecha todos los palcos sean ya propiedad del Ayuntamiento", asegura Maite Salord.
Cabe recordar que las condiciones que había ofrecido el Ayuntamiento de Ciutadella eran un precio máximo de 6.333 euros por palco a cambio de la propiedad inmediata del palco; o quince años de concesión del uso del mismo por parte de los actuales propietarios pero con la titularidad a nombre del Consistorio.
El Consistorio había empezado ofreciendo un precio más bajo y también un periodo más corto de concesión de los palcos, pero durante la negociación ha accedido a mejorar las condiciones con la intención de acelerar las negociaciones y poder asegurar la llegada de ayudas desde el Gobierno central, una posibilidad que exige que la totalidad del teatro sea de titularidad municipal.